A pocos días de las elecciones legislativas, el debate sobre la reforma impositiva atraviesa el discurso de todos los espacios políticos. Los candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires compartieron en LA CIELO sus propuestas para modificar un sistema que, según todos, necesita cambios urgentes, aunque con diagnósticos y soluciones muy diferentes.
Desde Movimiento Proyecto Sur, Ricardo Alfonsín apuntó directamente contra las medidas impulsadas por el Gobierno nacional. “Hay que hacer una reforma para darle más justicia al sistema tributario”, sostuvo, y recordó que “desde 2023 hasta la fecha aprobaron todas y cada una de las iniciativas que envió el presidente Milei al Parlamento”. En ese sentido, cuestionó que “votaron el RIGI, la casi eliminación total de los impuestos a los bienes personales, la eliminación de impuestos a los autos de lujo y el aumento de impuestos a los trabajadores”. Para Alfonsín, “esas normas no construyen equidad, sino que profundizan las desigualdades”.
Por su parte, María Eugenia Talerico, de Potencia, propuso una simplificación tributaria con baja de impuestos “no demagógica” y una revisión del esquema de coparticipación federal. “El 10% de la población paga el 90% de los impuestos”, señaló, y remarcó la necesidad de “reducir impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y las retenciones”. Además, defendió la idea de que las provincias tengan mayor poder fiscal: “La provincia de Buenos Aires tiene que plantarse, reasumir potestades tributarias y decir: doy el 40%, quiero el 40%”.
El candidato de Fuerza Patria, Jorge Taiana, planteó que el sistema argentino “es profundamente regresivo” porque “carga más a los que menos tienen mediante impuestos indirectos como el IVA, y hace excepciones para que los que más tienen paguen muy poco”. Propuso una reforma progresiva, donde “el que menos tiene pague menos y el que más tiene pague más”. Además, criticó la visión del oficialismo: “El Gobierno cree que los ricos no deben pagar impuestos, que los impuestos son un robo, y que es mejor si el dinero es en negro. Con ese concepto nos vamos a transformar en un narcoestado, no en un país con un sistema tributario moderno y justo”.
En la misma línea redistributiva, Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, defendió una reforma impositiva progresiva: “Queremos que paguen más quienes más tienen. A medida que vos tengas más ingresos y más riquezas, pagues más”. Cuestionó que “la mayoría trabajadora paga IVA, un impuesto al consumo del 21%, mientras los ricos se vieron beneficiados con la reducción del impuesto a los bienes personales a las 10 mil personas más ricas de la Argentina”. En contrapartida, propuso “gravar las grandes fortunas y las ganancias extraordinarias del sector financiero y los bancos”.
Desde una perspectiva productiva, Alberto Samid, del Frente Patriota Federal, centró su posición en la defensa de la industria nacional. “Tenemos que defender la industria nacional. Eso de que venga mercadería más barata de afuera es una mentira”, sostuvo. Para ilustrarlo, explicó: “Si fabricar vasos acá te sale $10 y traerlos de China te sale $5, echás al 80% del personal. Es una cadena que destruye empleo y mercado interno. Hay que producir en la Argentina y no fundir nuestras fábricas”.
Finalmente, Margarita Stolbizer, de Provincias Unidas, señaló que el sistema actual “es absolutamente regresivo, injusto y enmarañado”. Defendió la creación de “comisiones técnicas menos políticas” para avanzar con una reforma integral y transparente. “Tiene que pagar más quien más gana, que no es lo que ocurre hoy”, afirmó. También se pronunció por “eliminar las retenciones” y promover una matriz productiva con valor agregado: “Deberíamos volcar nuestro esfuerzo impositivo hacia el Impuesto a las Ganancias, y no castigar a quienes exportan productos elaborados”.
Desde la Alianza Unión Federal, Fernando Gray sostuvo que las reformas deben contemplar los nuevos escenarios productivos y tecnológicos. “Indudablemente hay que actualizar cosas porque hay nuevas realidades: homeworking, home office, gente que trabaja desde su casa para empresas del exterior”, señaló en diálogo con LA CIELO. No obstante, advirtió que “el problema central de la economía no pasa por ahí, sino por la política económica del Gobierno”, y alertó que “abrir las importaciones indiscriminadamente está quebrando a las PyMEs y poniendo en crisis a muchas empresas grandes”.

