El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, señaló que “no hay tiempo que perder para renegociar la deuda externa con los acreedores”. Por eso, para el funcionario, ese proceso debe ser rápido y a través de un canje voluntario y no forzoso.
“Cuando digo que no hay tiempo para perder es porque, gane quién gane, la Argentina tiene que encarar una conversación sincera y amigable, voluntaria con sus acreedores para tener esa sustentabilidad, ese programa de deuda sustentable en el tiempo y recuperar crédito voluntario”, manifestó en conferencia de prensa.
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Pero adelantó que, más allá del resultado electoral, el próximo presidente “va a tener la cooperación de estos funcionarios para encarar cualquier negociación de buena fe, porque no hay tiempo para perder”.
“Lo que tiene que conseguir la Argentina es recobrar acceso al mercado voluntario de deuda porque ningún país puede vivir un año y medio pagando todos los compromisos de deuda de manera sostenible, porque ningún país lo hace, se refinancian al menos los vencimientos”, agregó.
Lacunza en conferencia en el Palacio de Hacienda para informar que en septiembre se registró un déficit primario de las cuentas públicas de 25.368 millones de pesos, lo cual entraría dentro de la meta acordada con el FMI. En nueve meses, se acumula un superávit primario de 22.892 millones de pesos, aunque los intereses de la deuda llevan al resultado financiero al terreno negativo.
En el debate presidencial, el referente del Frente de Todos, Alberto Fernández, había dicho: “Cuando llegó el actual Gobierno, la deuda externa era el 38% del PBI. Hoy es el 100 %. Eso fue lo que nos pasó”.
A lo que Lacunza respondió: “A fines de septiembre la deuda pública total era de USD 314.618 millones, un 68% en términos del PBI. De ese total 115.871 millones de dólares se distribuía intrasector público; 73.000 millones de dólares con organismos de crédito multilateral; y 126.000 millones de dólates con el sector privado. Estos dos últimos representan el 43% del PBI”.
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