El ministro de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, manifestó su enojo por la militancia que se mantiene en los alrededores del departamento de Cristina Kirchner y acusó al Gobierno Nacional de romper el acuerdo al que habían llegado el domingo por la noche, al enviar micros y manifestantes, con la complicidad de un intendente.
“Son tres micros que vienen de de Ituzaingó, que mandaron a propósito. Fue una provocación”, dijo el funcionario porteño, quien amenazó con volver a enviar infantería y carros hidrantes a Juncal y Uruguay para desalojar a la militancia que se congrega allí.
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Sin embargo, Alberto Descalzo salió a desmentir al funcionario de la capital y aseguró que no envió a nadie. “Nosotros no llevamos ningún micro ni movilizamos a nadie. Si movilizara 5 o 6 micros por lo menos yo tendría que estar ahí”, dijo el intendente al diario Clarín.
“Fue gente por su cuenta, compañeros y compañeras que querían apoyar a Cristina y no vamos a impedirle que se expresen si quiere hacerlo“, agregó el mandatario provincial, quien comanda su municipio desde 1995.
La fricción entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio
La decisión de la militancia kirchnerista de acompañar a Cristina Kirchner luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera 12 años de prisión en el marco de la causa Vialidad despertó un gran recelo entre el oficialismo y la oposición nacional que gobierna la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Es que luego de la congregación de oficialistas y opositores en las calles Juncal y Uruguay, que terminó con un cruce con la policía y la detención del legislador provincial Adrián Grana, la decisión del peronismo fue la de volcarse a las calles para mostrar su respaldo a la vicepresidenta.
La convocatoria original tenía lugar el pasado sábado en plazas de distintos puntos del país y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, luego de que el ministro de Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta ordenara vallar los alrededores del departamento de la vicepresidenta, el Frente de Todos suspendió las actividades previstas y convocó a movilizarse hasta allí.
La tensión se desató cuando los manifestantes quitaron las vallas, luego de un amparo judicial, y la Policía de la Ciudad reaccionó con una represión de palos, gas lacrimógeno y camión hidrante, y atacó a funcionarios provinciales y nacionales, incluidos el hijo de Cristina Kirchner y Diputado Nacional, Máximo Kirchner.
Con golpes e insultos, la Policía de la Ciudad arremetió contra Máximo Kirchner
El día después: La interna PRO y la militancia que resiste a irse
Para calmar los ánimos, Jorge Macri y Marcelo D’Alessandro se reunieron el mismo sábado por la noche con los funcionarios oficialistas Aníbal Fernández y Juan Martín Mena para llegar a un acuerdo respecto a los pasos a seguir. Tras la reunión, la propia Cristina Kirchner bajó a saludar a la militancia y pedirles que “se vayan a sus casas a descansar”.
El acuerdo incluyó los términos de permitir las manifestaciones pero sin acampes, sin fuegos artificiales ni bombos, sin cortes de calle y en horarios “que respeten a los vecinos” de Recoleta. Luego, Juntos por el Cambio emitió un comunicado en el que acusó al kirchnerismo de “promover la violencia”.
La decisión y el acuerdo de la Ciudad con Nación no dejó conforme a todos en Juntos por el Cambio y desató una nueva interna. Mientras que el radicalismo se despegó de la represión, y dirigentes como Facundo Manes pidieron “dejar los extremos de lado” y “reconocer al otro”, el ala dura PRO con Patricia Bullrich a la cabeza cuestionó la flexibilidad de la decisión de Larreta.
“Para mí cuando tomaste la decisión de mantener la valla, la mantenes y no te corres. No es el problema de la valla, es lo simbólico, es dónde está el Gobierno, dónde mantenés el orden, y no podes entregar ese orden. Estaban midiendo la capacidad y el carácter, y si te miden tenés que actuar con carácter y capacidad”, sostuvo la ex funcionaria PRO en TN.
El domingo por la tarde militantes del kirchnerismo volvieron a rodear el domicilio de la vicepresidenta, situación que se mantiene este lunes por la tarde. Desde el Gobierno de la Ciudad evalúan los pasos a seguir, pero Marcelo D’Alessandro envió una advertencia al Frente de Todos, que si no ordena la situación enviará nuevamente a la Policía de la Ciudad.
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