La Justicia laboral de San Isidro ordenó el reingreso del delegado Javier Hermosilla a la planta de Kraft-Foods, situada en la localidad bonaerense de General Pacheco, quien era el único de los delegados gremiales con mandato cumplido que faltaba reincorporar, de los cinco que en primera instancia la empresa multinacional había decidido separar.
“A partir de ahora, no hay ninguna restricción para mí. En este momento estamos todos adentro”, afirmó Hermosilla a la prensa tras el fallo judicial, en la puerta de los tribunales de San Isidro y era al único al que se negaba el ingreso a la planta de General Pacheco, debido a una causa penal en su contra, iniciada con motivo de la toma del establecimiento, que se extendió por 36 días.
Durante la audiencia de hoy, 12 inspectores declararon a favor del delegado, tras lo cual el tribunal decidió levantar la suspensión, explicó el abogado de Hermosilla, Agustín Comas.
En tanto, se espera para esta tarde una instancia decisiva en el conflicto, cuando trabajadores y la firma Fraft-Foods se reúnan convocados por los ministerios de Trabajo de la Nación y de la provincia de Buenos Aires.
La reunión -que encabezarán los titulares de la cartera laboral nacional y provincial, Carlos Tomada y Oscar Cuartango, con la comisión interna, directivos de la empresa y representantes del sindicato de la alimentación- será a las 15 en sede de la calle Alem al 600.
Al respecto, Hermosilla dijo que los trabajadores van “con la posición de las reincorporaciones de todos los compañeros despedidos, y de que los suspendidos tienen que volver a trabajar como corresponde”.
“Estamos abiertos al diálogo pero no aceptamos ninguna condición que nos pongan para seguir luchando”, indicó el dirigente gremial y agregó: “nos piden paz social pero la que alteró la paz social fue la empresa”.
En la reunión de esta tarde, las partes deberán responder si aceptan el acta-acuerdo elaborado por las autoridades de la cartera laboral el pasado miércoles, tras la reunión maratónica en la que participaron las partes.
Ese acta establecía el compromiso de Kraft de mantener el plantel de trabajadores, las condiciones laborales, los turnos, y el compromiso de permanecer con actividad plena en el país.
Kraft-Foods deberá reincorporar 70 trabajadores de los 123 excluidos por la empresa al 28 de septiembre pasado y tratar caso por caso la situación de los 53 trabajadores restantes.
Asimismo, la firma norteamericana se compromete a no afectar y respetar el status de los miembros de la comisión interna, cuyo mandato venció el pasado viernes, hasta que se elija un nuevo cuerpo de delegados.