La economía argentina transita una fase de fuerte desaceleración que, según las proyecciones más recientes, podría transformarse en una recesión plena antes de fin de año. El último informe del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella indica que la probabilidad de que el país entre en recesión en los próximos meses asciende al 98%, el valor más alto desde 2020.
De acuerdo con el estudio, el Índice Líder de la Di Tella, que anticipa los cambios de tendencia en la actividad económica, retrocedió 0,85% en septiembre en su versión desestacionalizada y encadenó seis meses consecutivos de caídas. En términos interanuales, la baja fue del 1,52%, lo que confirma una tendencia contractiva. “La economía se encuentra en una fase de desaceleración con una alta probabilidad de convertirse en una recesión en los próximos meses”, advierte el informe de la casa de estudios.
El relevamiento detalla que el índice se ubicó en 121,03 puntos (2004=100), mientras que la serie de tendencia-ciclo alcanzó 122,94 puntos, registrando una caída mensual de 0,97%. Esta persistencia negativa consolida un escenario de enfriamiento generalizado en todos los sectores.
En septiembre, el Índice de Difusión (IDCIF) se situó en apenas 30%, lo que significa que solo tres de las diez variables analizadas mostraron mejoras: el Índice de Confianza del Consumidor, los despachos de cemento y los precios de minerales no metálicos. El resto de los indicadores se mantuvo en terreno negativo, reforzando el panorama de contracción.
A su vez, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) cayó 0,87% en julio, su cuarta baja consecutiva, según la misma fuente. Si esta tendencia se mantiene, la recesión técnica, definida por seis meses seguidos de caída en la actividad, quedará confirmada en los próximos relevamientos.
El panorama es aún más complejo si se considera la evaluación del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, que estimó una contracción del PBI del 0,6% en el tercer trimestre respecto al período anterior. De confirmarse, sería el segundo trimestre consecutivo en baja, lo que ratificaría la recesión. Además, los analistas prevén que la inflación se mantendrá por encima del 2% mensual y que el desempleo podría alcanzar el 7,5% de la población económicamente activa en el tercer trimestre.
Con un consumo paralizado por las altas tasas de interés, un dólar atrasado y paritarias que no logran compensar la inflación, la actividad económica se encamina a un cierre de año desafiante. Y con las elecciones cada vez más cerca, el informe de la Di Tella anticipa que una eventual corrección cambiaria posterior a los comicios podría agravar aún más el escenario recesivo.