Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) para el primer semestre del 2025 marca un fuerte contraste con los números de la pobreza del primer semestre del 2025 dado a conocer este jueves por el INDEC.
Según el organismo nacional oficial, la pobreza fue del 31,6% en el primer semestre, lo que equivale a una baja de 21 puntos desde el año pasado. El dato fue rápidamente celebrado por el gobierno de Javier Milei aunque el estudio mencionado advierte sobre una forma de cálculo desactualizada de una variable clave.
La subestimación de los servicios en la ENGHO y su impacto en la medición de la pobreza
Según CEPA, existe en el relevamiento del INDEC una “subestimación de la medición de la pobreza” producto de la “falta de actualización” de la Encuesta Nacional de Gastos de losHogares (ENGHo).
En la actualidad, “el INDEC hace uso de la ENGHo 2004/05 cuando tiene disponible la realizada en 2017/18” advierten.
Y remarcan que “las alzas y bajas bruscas de la tasa de incidencia de la pobreza despiertan las dudas en torno a la metodología de su medición” consideran.
El documento reseña que, a grandes rasgos, la medición de pobreza por ingreso establece una canasta de alimentos de una cantidad de calorías que, se supone, son las necesarias de un adulto para sobrevivir con el sesgo de los patrones de consumo, así como la relación entre gasto alimentario y resto de los gastos. Esta canasta se valoriza. Es la línea de indigencia.
Luego se cruza con ingresos de un sector particular de la sociedad (cercano a la línea de indigencia) y se establece que cantidad queda por debajo o por encima, es decir, es indigente o no.
Ahora bien, la pobreza no se hace de manera “directa” como la indigencia, sino indirecta: a partir de la CBA se establece la CBT, es decir, la línea de pobreza. Esto se realiza estimando cuantos pesos de gastos no alimentarios utiliza un segmento determinado de la sociedad, por cada peso de alimentos. Y esto se realiza a partir de la Encuesta de Gastos de los Hogares.
Ese desfasaje y la subestimación del peso de lo no alimentario “en particular los servicios y el transporte, en la estructura de consumo de los hogares está muy por debajo de su peso real actual. En los últimos meses, estos rubros han tenido incrementos muy superiores a los de los alimentos, pero este cambio no se refleja adecuadamente en el coeficiente que determina la Canasta Básica Total (CBT)” sostienen en CEPA.
El informe también hace hincapié en por la “subdeclaración de Ingresos en la Medición de la Pobreza”, dado que en muchos hogares hogares, “por diversas razones (olvido, desconfianza, temor a implicaciones fiscales o sociales), declaran ingresos menores a los que efectivamente perciben” remarcan.
¿De cuánto es el índice de la pobreza si se realizan las correciones?
Mientras la medición oficial mostró una fuerte caída de la pobreza del primer semestre de 2024 al primer trimestre de 2025, “la corrección por subdeclaración móvil revela que esta caída fue menos pronunciada”.
“Esto se debe a que gran parte de la mejora en el indicador oficial se explica por una mejor captación de ingresos en la EPH (un factor metodológico), y no únicamente por una mejora real y sostenida en los ingresos de los hogares en relación al costo de vida” consigna el informe de CEPA.
Según el Centro de Estudios, la pobreza corregida dinámicamente “muestra una trayectoria más estable y similar a los niveles de fines de 2022”
Si se actualiza la Canasta Básica Total “se obtiene una estimación para el semestre octubre 2024 – marzo 2025 es una tasa de pobreza del 43,3%”.