En lo que todos los involucrados enmarcan como un coletazo de la crisis que provocó en Cambiemos el escándalo de los aportes truchos, hubo hechos de violencia entre las principales figuras de la UCR y del PRO en el distrito de Punta Indio, a pocos kilómetros de la ciudad de La Plata.
Fue el último lunes, durante la reunión de la mesa local de Cambiemos. De un lado, el exintendente y actual concejal de la UCR, Héctor Equiza, hombre de armas tomar. Del otro, la principal figura del PRO local, Juan D’Amico, director del Registro Nacional de las Personas. En el medio, reproches cruzados sobre el costo político y las reacciones tras el escándalo que sacude al oficialismo.
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El presidente se mostró con su hermana Karina pero otra vez evitó referirse a las denuncias por corrupción en el ANDIS. En sintonía con la estrategia oficialista apuntó a las operaciones políticas en contexto electoral.
Según reconstruyó INFOCIELO, en la UCR cayó muy mal que varios de sus dirigentes aparezcan en la lista de aportantes de la campaña, a pesar de que, aseguran, no pusieron un peso. Pero peor cayeron las declaraciones de D’Amico cuando fue consultado al respecto. Más teninendo en cuetna que existía en su distrito una denuncia, de Pablo Laiolo, primer candidato a concejal en 2015, para que se esclarezca su situación.
Laiolo, que es radical, figura aportando a la campaña, pero para D’Amico no es su problema: “lo que dicen los concejales de Punta Indio corre por su cuenta, que otros candidatos se manifiesten como quieran, yo quiero ser respetuoso de la institucionalidad del partido”, declaró a El Destape.
El lunes, Equiza le pidió a D’Amico explicaciones por sus desafortunadas declaraciones. También le expresó su enojo por la situación de los docentes fallecidos en Moreno. El hombre del PRO respondió con soberbia, según interpretaron desde la UCR, y cuestionó, a su vez, el duro comunicado que el radicalismo emitió desde las redes sociales al respecto.
El desenlace de la tensión fue la furia de Equiza, que se acercó a donde estaba D’Amico y le propinó dos golpes: una patada en una pierna y un sopapo en una oreja. El hecho de violencia fue condenado por parte de la UCR y tendría consecuencias en el Concejo. El edil Carlos Monzón ya dio a entender, durante una entrevista concedida a “Desayunando con el Regional Costero”, un programa radial local, que Equiza debería dejar su banca.
Lo curioso es que Monzón también desmintió haber aportado para la campaña, aunque admitió que “siempre pone el vehículo apara recorrer el Distrito y he pagado chorizos”.
Por lo pronto, hoy el Concejo tiene un interbloque de Cambiemos, con 4 radicales y un PRO. Se estima que Monzón y Laura Perugorría podrían abrazar la conducción amarilla y dejar disminuido a Equiza al frente de su bancada. Por ahora no hay definiciones.
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