El gobierno argentino festeja una buena noticia. Esta mañana, el canciller Felipe Solá informó que Estados Unidos dio marcha atrás con la decisión de aumentar los aranceles a las exportaciones nacionales hacia ese país.
Esa medida había sido anunciada días antes de la asunción de Alberto Fernández y significó, desde un comienzo, una preocupación en torno a la economía y las relaciones de ambos países.
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“Estados Unidos iba a subir un 25 por ciento los aranceles al acero y aluminio argentino. Hicimos una defensa de la posición argentina y acabamos de haber sido dejados de lado de esa medida. Salió la lista de los países y no estamos”, contó Solá para Radio 10.
El 2 de diciembre del año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había decidido elevar los aranceles de importaciones de acero y aluminio que provinieran de Brasil y de Argentina. Las excusas pasaron por el hecho de la devaluación tanto del real como del peso.
De fondo, se lo leyó como un cambio de paradigma a pocas horas de que en el país se diera un cambio de gobierno. Hasta entonces, las relaciones entre Washington y la Casa Rosada se daban cordialmente, por la sintonía política con Mauricio Macri.
“Es una excelente noticia para la Argentina que las cosas sigan como están y no se nos sancione con el 25 por ciento de aranceles de ingreso a Estados Unidos en acero y aluminio. Seguimos como estábamos, esa medida no nos perjudica”, explicó Solá, al respecto.
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