En Coronel Suárez apareció una controversia que combina tradición gaucha, más consumo de alcohol, junto a controles viales. Lo que comenzó como un operativo policial, a posteriori de una fiesta tradicional, derivó en declaraciones políticas del Intendente Ricardo Moccero, que están teniendo repercusiones institucionales, además de abrir un debate que excede ampliamente el plano local, y se vuelve una disyuntiva minimamente provincial, por que no nacional, y hasta humana.
Una jineteada y un control de alcoholemia
El hecho inicial ocurrió en el Club El Progreso de Santa María, una de las localidades que integran el distrito de Coronel Suárez en el sudoeste bonaerense, una zona con fuerte identidad rural y arraigo de las fiestas criollas. Allí se realizó esta jineteada, evento tradicional que convoca a gauchos a caballo, familias y vecinos de toda la región.
Al finalizar la jornada, la Policía Bonaerense montó un control de alcoholemia a la salida del predio. El operativo se enmarcó en la normativa vigente en la provincia de Buenos Aires, que establece alcohol cero al conducir. Varios asistentes fueron sometidos al test, entre ellos jinetes y personas que habían participado de la celebración.

La presencia del control generó malestar entre organizadores y sectores vinculados a la fiesta, y rápidamente el episodio comenzó a escalar en el plano político local.
Los dichos del intendente
Después del operativo, el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, se refirió públicamente al accionar policial y cuestionó la decisión de realizar controles de alcoholemia en ese contexto.
Con semejante telón de fondo pronunció la frase que terminaría por encender la polémica:
“Los gauchos obviamente no van a tomar Coca Cola ni jugo de naranja. Entonces, con una copita de vino ya les da”.

La declaración, en referencia directa a los gauchos y jinetes y al consumo de alcohol durante fiestas tradicionales, fue interpretada como una crítica a la aplicación estricta de la ley en este tipo de eventos.
Moccero sostuvo además que el operativo había sido “ridículo” por haberse realizado en horario vespertino y planteó que debía contemplarse el marco cultural y tradicional.
En ese mismo contexto, y agravando la situación, el jefe comunal afirmó que había solicitado la separación del cargo del efectivo policial que ordenó el control, al remarcar que la autoridad máxima del distrito es él, el intendente.
De lo local a lo provincial
Las palabras de Moccero se viralizaron rápidamente y comenzaron a circular en medios regionales y provinciales. La frase “los gauchos no toman Coca Cola” se convirtió en el eje simbólico de un debate más amplio que puso en tela de juicio costumbres rurales y seguridad vial.
Como quedó dicho, Coronel Suárez es uno de los tantos distritos bonaerenses donde las jineteadas, las fiestas criollas y la figura del gaucho forman parte del entramado cultural cotidiano. Sin embargo, el episodio abrió una discusión que trascendió lo local y alcanzó dimensión provincial.
La intervención de Estrellas Amarillas
Este martes, la polémica sumó un nuevo capítulo con la intervención de la Fundación Estrellas Amarillas, organización dedicada a la concientización y prevención de siniestros viales. Su asesor legal, Sebastián Aldao, se refirió a los dichos del intendente y fue categórico.
“No estamos en contra de que los jinetes o los gauchos tomen alcohol. De hecho, si yo fuera a una jineteada, posiblemente consumiría alcohol. Pero no manejaría”, explicó.
Y agregó: “Entonces, la situación es: vos jinete, vos gaucho, querés ir, andá. Pero volvete de otra forma”.
Aldao sostuvo además que las declaraciones del intendente “infringen la ley” y confirmó que desde la fundación enviaron una carta al subsecretario de Fiscalización y Control Policial del Interior bonaerense, Federico Montero, solicitando que se investigue el accionar del jefe comunal y que se mantenga en su puesto al policía que dispuso el control.
Alcohol y siniestros viales
En su exposición pública, el asesor legal de Estrellas Amarillas aportó datos para contextualizar la discusión: “En Argentina el año pasado murieron más de 5.000 personas en siniestros viales y hubo más de 120.000 lesionados graves”.
Y remarcó: “Dentro de esos datos, en casi dos de cada cuatro siniestros está presente el alcohol. Beber alcohol y conducir es realmente muy grave”.
Ahora el caso de Coronel Suárez dejó de ser un episodio estrictamente local y se está transformando en un debate mayúsculo que cruza gauchos, jinetes, alcohol y tradición bonaerense, con la ley de alcohol cero como telón de fondo.

