El último informe del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA), publicado esta mañana, encendió una señal de alarma para el Gobierno nacional: en agosto, la inflación medida en esa región fue del 1,8%, dos décimas por encima de julio. Con este resultado, el acumulado del año llegó al 18,5% y la variación interanual trepó al 32%.
La comparación con los datos nacionales es elocuente. En julio, el INDEC informó una inflación del 1,9%, mientras que el CREEBBA midió 1,6% para ese mismo mes. Es decir, el centro de estudios bahiense suele arrojar guarismos más moderados que el organismo oficial. Que en agosto el indicador regional marque una aceleración refuerza la señal negativa para el Gobierno.
Lejos de consolidar una baja, los precios volvieron a acelerarse, con un rol central de los regulados: electricidad (+4,7%), gas y combustibles (+3,6%) y transporte urbano (+3,5%). El capítulo “Bienes y servicios varios” encabezó la suba (+3,2%), seguido por Vivienda (+3,1%) y Transporte y comunicaciones (+2,8%).
En el rubro Alimentos y bebidas, que concentra la mayor parte del gasto de los hogares, el alza fue del 1,4%, apenas por debajo del nivel general. Se destacaron incrementos en azúcar (+9,2%), fiambres (+7,2%), frutas frescas (+6,7%) y vino (+6,2%). En la canasta básica relevada por el CREEBBA, el pan aumentó 7,9% en un mes, mientras que el café subió 6,7%. Hubo también bajas significativas en pollo (-11,2%), leche fresca (-6,7%) y naranjas (-15,8%).
El informe advierte que el componente Regulado fue el que más incidió en el índice, con un avance del 3,2%, mientras que la inflación núcleo se ubicó en 1,5% y la estacional en 2,2%. Es decir, los precios asociados a tarifas, transporte y servicios básicos continúan presionando hacia arriba pese a la política de ajuste del Gobierno.
La inflación y un dato con impacto político
El informe del CREEBBA aparece a solo cuatro días de las elecciones provinciales en Buenos Aires, lo que le da un condimento político adicional. Los datos oficiales del INDEC recién se conocerán el 10 de septiembre, cuando las urnas ya estén cerradas y los resultados electorales definidos.
La trayectoria anual muestra que entre septiembre de 2024 y agosto de 2025 la inflación promedio mensual fue de 2,4%, un número sensiblemente menor al 11,3% que había marcado el año anterior. Sin embargo, la persistencia de aumentos en bienes esenciales y en tarifas mantiene la tensión inflacionaria.
Para la Casa Rosada, que busca mostrar señales de estabilidad económica, el dato del sudoeste bonaerense representa un golpe discursivo: la desaceleración existe en términos comparativos, pero la baja se estancó en niveles aún altos y con impacto directo en el consumo cotidiano.