Pocas situaciones se volvieron más adictivas el domingo a la noche, durante el transcurso del debate presidencial, que observarlo junto a la lectura de redes sociales, y también a través de streamings que acompañaban a la señal televisiva con los candidatos exponiendo, discutiendo, preguntando y respondiendo, y sus anfitriones influencers o grupo de periodistas youtubers, opinando, criticando, mofándose e ironizando ante cada intervención de los presidenciables.
Como era de esperarse, los memes cobraron vuelo ante cada participación, y llenaron de humor los posteos hasta convertir alguna frase en tendencia, como por ejemplo el “gatito mimoso” que Myriam Bregman le propinó a Javier Milei, ni bien comenzada una de sus primeras intervenciones.
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Y hubo más. Sin dudas el mayor objetivo de esas burlas (por varios cuerpos de diferencia) fue Patricia Bullrich, a quien no le ayudaron algunas dubitaciones en sus afirmaciones y la utilización excesiva de su clásica apelación a la “sarasa” (en otra época llamada “sanata”), esa práctica de oratoria que consiste en decir muchas palabras sin expresar ningún concepto inteligible.
En un momento la representante de Juntos por el Cambio tuvo un desliz con la palabra “inflación” y la preposición que utilizó para antecederla, cometiendo el fallido de afirmar que nadie puede comprarse una casa “sin inflación”, estimandose que buscó transmitir exactamente lo contrario, pero la traicionaron sus visibles nervios.
Tampoco le perdonaron compararse con José Mujica y Nelson Mandela, por haber integrado en su juventud fuerzas revolucionarias que apelaron a la violencia, y luego décadas más tarde, haberse convertido en presidentes de sus respectivos países.
También Juan Schiaretti tuvo su “vuelto” en redes por las excesivas apelaciones a su “cordobesismo“, casi como si estuviera hablando de una nación diferente a Argentina, y subrayando permanentemente un enfrentamiento con “el AMBA”.
Las caras “socarronas” de Javier Milei mientras hablaban sus adversarios fueron objeto también de chistes por parte de internautas e influencers, que de todos modos, esperaban del auto proclamado “León de Las Fuerzas del Cielo“, un comportamiento más acorde a su clásica personalidad explosiva y llena de exabruptos. La “apurada” de Sergio Massa para que se disculpe con el Papa Francisco, dio lugar a reiterar aquella famosa frase que la cultura popular incorporó a partir de Alberto Samid en su memorable pelea televisiva con Mauro Viale: “Usted tiene que arrepentirse de lo que dijo“, a lo que a diferencia del fallecido conductor, el candidato libertario sí llevó adelante pidiendo disculpas al sumo pontífice por haberlo llamado “el representante del maligno en la tierra“, y excusándose incomprensiblemente en que lo dijo cuando todavía no era candidato político, como dando a entender, no que haya cambiado de opinión, sino de que debe comportarse políticamente correcto por ya ser parte de “la casta“.
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