Tras un largo trajín judicial, esta semana comenzó el nuevo juicio por el femicidio de Lucía Pérez ocurrido en octubre de 2016 en Mar del Plata. La audiencia de ayer contó con el acompañamiento de la ministra de las Mujeres de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, y de familiares de femicidios como la madre de Johana Ramallo y de Wanda Tadei. La jornada terminó con críticas hacia el Poder Judicial.
“No hubo perspectiva de género, no se ajustaron a derecho, pusieron el centro en la víctima y no en los hechos que efectivamente ocurrieron”, aseguró la funcionaria que ya viene pidiendo reformas. La audiencia de ayer fue a puertas cerradas a pesar de que la familia de Lucía había pedido que permitan ingresar a la sala a quienes habían ido a expresar su apoyo.
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“Lo que hace el Poder Judicial con las víctimas es terrible. Nos faltan el respeto, nos dan una sala chica, no dejan entrar a quienes vienen a acompañarnos. ¿Privatizaron la justicia?”, señaló Marta Montero, la mamá de Lucía. Ella, y su familia, vienen padeciendo los defectos del sistema desde 2016 y con este nuevo juicio esperan que los acusados, Juan Pablo Offidani y Matías Gabriel Farías, sean declarados culpables de femicidio y abuso sexual.
Ambos habían sido absueltos por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Mar del Plata y condenados por tenencia de drogas con fines de comercialización. Dos años después el Tribunal de Casación Penal de la Provincia anuló el fallo de absolución considerando que “se fundó en intolerables prejuicios y suposiciones basados en estereotipos de género”. Al año siguiente acusaron por “negligencia, incumplimiento de deberes inherentes del cargo y parcialidad manifiesta” a los tres jueces que llevaron a cabo el juicio en primera instancia.
“Vamos a estar acompañando todos estos días. Lejos del discurso del odio y la revancha, luchamos por justicia y por una sociedad con igualdad, amor y derechos”, cerró Díaz.
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