El gobierno de Javier Milei atraviesa su primera gran crisis de confianza institucional tras la filtración de los audios de Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). En esas grabaciones, Spagnuolo revela supuestos mecanismos de corrupción dentro de la administración nacional involucrando a la hermana del presidente y Secretaria General de la presidencia Karina Milei y su mano derecha “Lule” Menem, lo que provocó una tormenta política y digital de proporciones inéditas para la gestión libertaria.
Vale remarcar que el terreno digital de redes sociales es un bastión de los libertarios, pero hoy ven que ese terreno le es esquivo. “Les entró la bala de local, en la cancha que mejor conocen y juegan”, definió un dirigente oficialista en Provincia y opositor en Nación.
Según un informe de Monitor Digital, publicado por el periodista Diego Corbalán, la conversación en redes sociales sobre el gobierno nacional se vio atravesada por un aumento abrupto de la negatividad. La palabra “corrupción” se convirtió en el eje central de las menciones, desplazando incluso a otros temas sensibles que hasta ahora marcaban el debate digital, como la gestión económica o los vetos presidenciales.
El análisis revela que el clima adverso contra la Casa Rosada alcanzó un nivel de rechazo del 91% en redes sociales, mientras que, sobre Javier Milei, de manera directa, la negatividad llegó al 86%. Una caída pronunciada que no solo afecta la reputación del gobierno, sino que también erosiona el relato “anticasta”, bandera central de la narrativa libertaria desde su llegada al poder.
LA MAGNITUD DEL IMPACTO: CORRUPCIÓN COMO PALABRA CLAVE
En la nube de términos más usados en redes durante la semana del estallido, la palabra “corrupción” se recorta con fuerza por encima del resto. Tal como detalla Corbalán en su informe para Monitor Digital, el término arrastra la negatividad en la conversación digital hacia valores extremos, reforzando la percepción de que el gobierno incurrió en prácticas opacas en el manejo de fondos públicos destinados a personas con discapacidad.
La investigación revela que, en el análisis temático de la charla digital sobre la Casa Rosada, lo político se impuso con un 30% de la narrativa, pero el eje de la corrupción se disparó hasta casi un 12%. Esto demuestra que el escándalo se instaló en la agenda social, asociando de manera directa a la gestión libertaria con la falta de transparencia en el uso de recursos públicos.
En paralelo, la cobertura mediática también reflejó este giro. Medios de comunicación nacionales y provinciales comenzaron a dar más espacio al escándalo, alineándose con la tendencia que ya circulaba en redes sociales. El informe marca que los signos de negativización se profundizaron, lo que consolida un escenario aún más adverso para el oficialismo.
EL IMPACTO SOBRE LA REPUTACIÓN DE JAVIER MILEI
Aunque el golpe más duro lo recibió la marca Casa Rosada, la figura de Javier Milei tampoco quedó indemne. De acuerdo con el análisis de Corbalán, en la conversación sobre el presidente se destaca en primer lugar la cuestión de la discapacidad, vinculada tanto a los vetos presidenciales como al escándalo de los audios.
Si bien el episodio todavía aparece en un segundo plano dentro de las menciones sobre el mandatario, su efecto negativo es evidente: el 86% de las referencias a Milei en redes sociales durante la última semana tuvieron un sentimiento negativo.
El riesgo es claro: de persistir la negatividad en torno al presidente, el escándalo puede consolidar un nuevo piso de rechazo hacia su figura, complicando no solo la gobernabilidad, sino también la construcción política de cara a los próximos meses.
UN CLIMA DIGITAL CADA VEZ MÁS HOSTIL
El informe señala que, en los últimos 60 días, el clima de conversación sobre el gobierno nacional ya venía siendo “pésimo”. El escándalo de los audios no hizo más que profundizar esta tendencia, marcando un nuevo punto de inflexión en la relación del oficialismo con la opinión pública.
En los medios, la situación fue similar: en la última semana de agosto, la cobertura descendió con fuerza hacia la negatividad, alineándose con las redes sociales. Este fenómeno refuerza la idea de un alineamiento entre la prensa y el debate digital, que en conjunto generan un frente comunicacional adverso para Milei. Algunos periodistas que parecían incondicionales se bajaron del barco.
En este marco, los expertos advierten que, si el gobierno no implementa una estrategia clara de control de daños, el caso Spagnuolo puede convertirse en un factor estructural de desgaste, dificultando cualquier intento de recuperación en la opinión pública.
UNA CRISIS QUE PONE EN JAQUE EL RELATO “ANTICASTA”
El mayor problema para la administración libertaria no es solo la filtración de los audios, sino el impacto en su relato político. Desde su llegada al poder, Milei y La Libertad Avanza construyeron un discurso basado en la lucha contra la “casta” política y la promesa de transparencia. Sin embargo, el escándalo golpea directamente en esa narrativa, al vincular al gobierno con prácticas de corrupción tradicional que antes criticaban.
El informe de Monitor Digital advierte que este episodio marca un antes y un después en la conversación digital sobre Milei. Si hasta ahora el presidente lograba capitalizar su enfrentamiento con el Congreso y los vetos como un signo de firmeza, hoy la agenda lo expone como parte de aquello contra lo que decía luchar.
En redes, los usuarios opositores inundaron la conversación con críticas hacia la Casa Rosada, mientras que los oficialistas se vieron obligados a replegarse o directamente a guardar silencio. La asimetría comunicacional entre ambas fuerzas evidencia el golpe político del escándalo.
CONSECUENCIAS A MEDIANO PLAZO
La proyección a seis meses no augura una recuperación en el clima de conversación pública. Por el contrario, se espera que la negatividad se mantenga en valores muy altos, consolidando un escenario adverso para el gobierno.
La advertencia es clara: si persiste el actual nivel de hostilidad en redes y medios, la narrativa negativa podría incluso profundizarse más en la prensa que en redes sociales, fenómeno inédito en lo que va de la gestión libertaria.
Esto representa un desafío mayor para Milei, quien en reiteradas ocasiones atacó a los medios y a los periodistas. Hoy, en medio del escándalo de corrupción, necesita de esa narrativa periodística para atenuar el impacto, pero se encuentra con un escenario mediático cada vez más hostil.
Lo que se viene leyendo en redes, y en la opinión pública en general, deja en evidencia que los audios de Diego Spagnuolo no son solo un episodio aislado, sino un escándalo con consecuencias políticas profundas. La conversación digital, las redes sociales y los medios de comunicación muestran una tendencia clara: la negatividad hacia el gobierno de Milei crece y amenaza con consolidarse.
La corrupción se instaló como palabra clave en la narrativa pública sobre la Casa Rosada y, aunque Milei todavía conserva cierto margen de protección personal, el deterioro de su imagen ya comenzó. En política, los símbolos importan: y que un gobierno que se autodefine como “anticasta” quede asociado a corrupción, puede convertirse en una herida difícil de cerrar.