Luego de que saliera a la luz la verdadera historia respecto a la supuesta vacuna que le ofrecieron “bajo la mesa” a Beatriz Sarlo, el editor Carlos Díaz, encargado de contactarla para realizar el ofrecimiento, contó su versión y aseguró que “no hubo ninguna cosa oscura, ni turbia”.
El contacto, según pudo saber INFOCIELO, fue el 22 de enero a través de un correo electrónico escrito por Díaz en el que aclaraba que “es una campaña bien pensada. Es todo ‘por derecha’, nada trucho. Mucha gente conocida se va a vacunar y la idea es que después comenten que ya lo hicieron, que se saquen una foto o que su nombre circule en listas”.
TE PUEDE INTERESAR
La destinataria era Beatriz Sarlo, que al día siguiente rechazó la propuesta por la misma vía, y luego del escándalo sobre el vacunatorio VIP en el Hospital Posadas que reveló Horacio Verbitsky -uno de los VIP-, dijo en televisión que también le habían ofrecido vacunarse “por abajo de la mesa”, sin más detalles. Hoy, ante la Justicia, contó que la convocatoria en realidad formaba parte de una campaña de concientización.
“Creo que se generó un lio al decir ´por abajo de la mesa´. Yo a esto lo discutí largamente con Beatriz y le dije que no estaba de acuerdo con ella”, contó Díaz en el aire de Radio Con Vos. “Beatriz desde un primer momento tuvo la lucidez de decir ‘yo no me quiero vacunar si no me toca’. Pero no había ninguna cosa ni oscura, ni turbia. Al contrario, había que darle visibilidad”, añadió.
Según el relato del editor, conoce a la esposa de Axel Kicillof, Soledad Quereilhac, desde hace 25 años. Díaz confirmó que fue ella quien le comentó sobre la campaña que quería impulsar la Provincia para alentar a la gente a recibir la inyección, y le pidió si podía contactar y convencer a Sarlo de que participe. Hasta ese momento, había serias dudas respecto a la eficacia y seguridad de la vacuna Sputnik V que había llegado al país, y desde la gestión bonaerense preocupaba el poco número de voluntarios inscriptos para recibirla.
“Hay que entender lo que era el clima público sobre las vacunas en enero. La idea de la campaña era simple y era generar concientización”, opinó Díaz. La ensayista fue una de las apuntadas por la Provincia para participar de la campaña, ya que su perfil de personaje público, parte del grupo de riesgo por ser mayor de 60 años, y de ideología opositora al Gobierno, encajaba con el público objetivo de la campaña.
Otras de las personalidades apuntadas eran más cercanas al Gobierno bonaerense: Víctor Hugo Morales, Teresa Parodi, Verónica Llinás y Moria Casán -quien también contó públicamente el ofrecimiento para vacunarse-. En total, Kicillof anunció que estaba dispuesto a utilizar 100 dosis para esta campaña pro-vacuna.
Las demoras en la entrega de las dosis prometidas por el laboratorio Gamaleya retrasó la puesta en marcha del plan, y la publicación en la revista científica The Lancet sobre los resultados de los estudios de la Sputnik V sepultó la campaña, ya que disipó toda duda: La vacuna del laboratorio ruso era segura y tenía 92% de efectividad, tal como dijo la ANMAT.
Respecto a la confusión y las suspicacias que se generaron, el editor dijo que sintió “pena y bronca, porque sobre Axel Kicillof se pueden discutir muchas cosas pero sobre su honestidad me parece que no”. Y concluyó: “Cuando vieron que dos millones millones de personas se anotaron para recibir la vacuna, la campaña pública de concientización ya no fue necesaria”.
TE PUEDE INTERESAR

