El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, salió a responder las críticas por el fallo adverso que recibió el Estado argentino en un tribunal de Manhattan, a raíz de la expropiación de la petrolera YPF en 2012, en la que el mandatario participó como funcionario del área de Economía a cargo entonces de Hernán Lorenzino.
El pasado 31 de marzo, la jueza del Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, resolvió que el Estado argentino deberá indemnizar a Burford Capital por la expropiación de la petrolera, aunque no dictaminó el monto a desembolsar y aún restan dos instancias de apelación.
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“Desde que salió el fallo en EEUU, estamos viendo el desfile de dirigentes y diarios macristas opinando sobre la recuperación de YPF. No son muy originales. Ya nos tienen acostumbrados: siempre apoyan a los buitres, nunca el interés nacional“, manifestó este viernes Axel Kicillof.
A la vez que advirtió: “No nos engañemos, así preparan el terreno para volver a privatizar YPF. Por eso, dejo estos gráficos que permiten comprender de qué se trata en realidad esta discusión. Saquen sus propias conclusiones.“
En el primer gráfico publicado por el gobernador, se observa un crecimiento de la producción total de YPF desde la expropiación del 51% de sus acciones en 2012, y luego una caída de la misma durante la gestión del gobierno de la alianza Cambiemos. Una dinámica que se repite tanto con la producción de petróleo como con la de gas.
La dinámica es elocuente en tanto que fue la abrupta caída en la producción de la petrolera durante el dominio de la española Repsol, la que determinó la decisión de la entonces presidenta Cristina Kirchner de expropiar la mitad más uno de la empresa.
Años antes, frente a la decayente gestión de Repsol, el Gobierno nacional había impulsado la inserción de la familia Eskenazi en el directorio de la empresa, dándole el visto bueno para que en 2008 comprara el 25% de sus acciones, a través de dos empresas radicadas en Madrid y con un préstamo que pagaría con dividendos de la propia petrolera, objetivo para lo cual le permitieron girar divisas al exterior.
Tras poco más de tres años, la caída en la producción de YPF continuó en franca caída, siendo que la empresa solo reinvertía el 10% de sus utilidades. Frente a ello, y ante los 9.400 millones de dólares gastados por el Estado nacional en 2011 para la compra de combustibles al exterior, Cristina Kirchner resolvió tomar el control de la empresa.
A partir de la expropiación, las sociedades Petersen Energía (PESA) y Petersen Energía Inversora (Peisa) de la familia Eskenazi se vieron imposibilitadas entonces de pagar el préstamo adquirido, y se declararon en quiebra.
Pero, además, cedieron el derecho a litigar al fondo buitre Bufford Capital, que hace dos semanas obtuvo un fallo favorable, debido a que la jueza Preska sopesó que el estatuto de la petrolera obligaba al Estado argentino a haberle hecho una oferta de adquisición a las empresas de los Eskenazi, al momento de la expropiación del 51% de las acciones. Lo que, claro, no ocurrió.
Días atrás, el gobernador ya había relacionado el fallo adverso en los tribunales de Estados Unidos con la campaña electoral en el país, y dijo que “en un año electoral, no me extraña que se vuelvan a meter los buitres justo en medio de la campaña. Pueden aparecer otros fallos dando vueltas, puede ser un embate de los fondos buitres siempre contra el mismo espacio”.
En esa línea, recordó que “el candidato a gobernador en 2015 fue Aníbal Fernández al que le inventaron que fue la morsa. Y estuvo toda la campaña diciendo que estaba vinculado al triple crimen y a la efedrina. Ahora, que nos tiren con de todo, para mí es así. Bombardeo, hostigamiento, mentira”. Y aseguró que “mirando declaraciones de la oposición que dice que su plan es sacar derechos, tiene un obstáculo que es ganar la provincia de Buenos Aires”.
Si bien no existen defensores del ingreso de los Eskenazi a la petrolera de bandera, la expropiación de YPF derivó también en el auspicioso descubrimiento de Vaca Muerta, a partir de la reinversión del 100% de las utilidades de la empresa que dispuso el control del Estado desde 2012, y de la consecuente exploración llevada a cabo junto a la asociación con compañías extranjeras.
El resultado de la expropiación de YPF se conocerá cuando se cierren los litigios en contra de la Argentina, en tanto que podrá saberse cuánto pagará finalmente el Estado por el control de la petrolera. Aunque en términos de producción energética para el país, la cuenta está saldada.
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