Suecia se está convirtiendo en el centro de una polémica internacional por la quema de libros sagrados de diferentes religiones en su territorio, con el permiso de las autoridades locales.
Estos actos provocaron la indignación de países musulmanes, judíos y cristianos, y ponen en riesgo las aspiraciones de Suecia de ingresar a la OTAN.
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PRIMERO FUE EL CORÁN MUSULMÁN
Todo comenzó el 28 de junio de 2023, cuando un hombre de origen iraquí de religión cristiana, quemó un ejemplar del Corán frente a una mezquita en el centro de Estocolmo, coincidiendo con la festividad musulmana de Eid-al-Adha.
El hombre, que dijo querer criticar al Islam, colocó fetas de panceta sobre el libro sagrado antes de prenderle fuego, ante unos 200 asistentes y con fuerte presencia policial.
La quema del Corán fue autorizada por la policía sueca, después de que un tribunal rechazara su prohibición apelando a la libertad de expresión.
Sin embargo, este argumento no convenció a los países árabes e islámicos, que condenaron el acto como una ofensa a su religión y una incitación al odio.
Turquía, que es miembro estratégico de la OTAN, y la segunda potencia militar de la alianza, fue uno de los más críticos con Suecia, y mantuvo su veto a su incorporación al organismo. Antes ya había vetado a Suecia por su política de acogida a militantes kurdos a los que considera terroristas, y por no perseguir con suficiente firmeza el terrorismo kurdo.
La quema del Corán también generó protestas en Pakistán, Irán, Marruecos, Jordania y Emiratos Árabes Unidos, que llamaron a consultas a los embajadores suecos en sus respectivos países. Además, Pakistán solicitó en nombre de los países musulmanes una sesión urgente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se estimó que la quema del Corán pudo ser una acción preparada para provocar odio hacia grupos minoritarios o marginados.
AHORA ES LA TORÁ JUDÍA
Pero la polémica no terminó ahí. Este viernes, las autoridades suecas dieron autorización para que se quemara un ejemplar de la Torá, el libro sagrado de la religión judía, frente a la embajada israelí en Estocolmo.
Esta decisión fue protestada por Israel, que condenó el permiso como un acto de puro odio y una provocación contra el pueblo judío y su tradición.
El presidente israelí, Isaac Herzog, dijo que quemar un rollo de la Torá es un crimen de odio y un daño grave al pueblo judío y la tradición judía. El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, pidió al embajador de Israel en Suecia actuar “de todas las formas necesarias para evitar este vergonzoso incidente”.
Además, autoridades diplomáticas israelíes llamaron al embajador sueco en Israel para señalarle “la preocupación con la que Israel ve la aprobación de la Policía de daños a objetos sagrados del judaísmo”.
La quema de libros sagrados también causó rechazo entre muchos ciudadanos suecos, que consideran que estos actos no son un ejercicio legítimo de la libertad de expresión, sino una falta de respeto y una incitación al odio hacia otras personas y sus creencias.
Estados Unidos, por su parte, se había pronunciado en contra de prohibir la quema del Corán, porque según su posición esa restricción cortaría la libertad de expresión. Aún no dijo nada sobre la idéntica situación que se está dando hoy con la Torá judía.
LA OPINIÓN DE ISRAEL
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir (Otzma Yehudit), comentó:
“Me sorprendió escuchar que la policía sueca aprobó la quema de una Biblia judía frente a la embajada israelí bajo el pretexto de la ‘libertad de expresión”.
Luego agregó: “El daño a los objetos sagrados del judaísmo no es libertad de expresión, sino antisemitismo. Hago un llamado a mis colegas, el Ministro de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, para que ejerza todos sus esfuerzos contra el régimen y el gobierno de Suecia, que está lidiando con Islam extremista que amenaza con apoderarse de su país, y evitar la quema de la Biblia judía. Si no acceden a la solicitud del Ministro de Relaciones Exteriores, se deben tomar medidas para hacer volver a nuestro embajador a Israel”.

