A más de dos décadas del Mundial de Corea-Japón 2002, Juan Sebastián Verón volvió a hablar de aquel torneo que marcó a toda una generación de futbolistas argentinos. Con la serenidad que da el paso del tiempo, el actual presidente de Estudiantes de La Plata hizo una profunda autocrítica sobre su rendimiento y el contexto en el que llegó a la cita mundialista.
“En el 2002 realmente no fue mi momento, no era mi momento ni siquiera futbolístico, físico, futbolístico. Estaba quemado, por así decirlo”, reconoció la Brujita. El mediocampista, que por entonces era una de las figuras del seleccionado, explicó que las lesiones y el desgaste habían afectado tanto su cuerpo como su cabeza. “Mentalmente, físicamente, no había sido un buen año para mí, había arrastrado mucha lesión”, agregó.
El mandatario albirrojo comparó aquella preparación con la que habían tenido cuatro años antes, durante Francia 1998: “El 98 había sido completamente distinto. Habíamos tenido un mes y algo de preparación. En el 2002 no. Llegamos con 20 y pico de días, fue corto”.
Lejos de quedarse en el lamento, Verón asumió con madurez lo que significó aquella experiencia en su carrera. “Más allá de eso, la realidad es que no fue para nada fácil el Mundial”, dijo en diálogo con Gelatina, y al ser consultado sobre si vuelve en su mente a esos días, respondió con firmeza: “No, ya está. Son cosas que pasan porque tienen que pasar y se viven de esa forma. Nunca estoy volviendo para atrás”.
Un Mundial para el olvido de la Argentina
Argentina fue parte del Grupo F junto a Inglaterra, Nigeria y Suecia, siendo gran candidato luego de un proceso con Marcelo Bielsa haciendo unas Eliminatorias Sudamericanas brillantes, con 43 puntos.
El debut fue triunfo ante los africanos por 1-0, luego derrota con los ingleses 1-0 y finalmente un empate 1-1 contra los suecos, lo que significó la eliminación de la competencia, en un golpe realmente muy doloroso para una generación brillante de futbolistas.