Jugar con presión no es nada fácil. No lo es para los que pelean por campeonatos y muchísimo menos para los que lean por el descenso. Jugar con un murmullo permanente no es para cualquiera y quedó demostrado en 60 y 118 este domingo por la tarde, cuando, en medio de un clima que se cortaba con tijeras, Gimnasia le ganó a Platense 1 a 0 y sumó tres puntos clave en la pelea por no descender.
El gol de Garayalde en el cierre del partido fue un desahogo para los hinchas y también para varios jugadores. Entre ellos Juan Pintado, que terminó llorando, y Alejandro Piedrahita, que estuvo a punto…
“Estuve al borde de las lágrimas cuando hicimos el gol. Hace mucho que veníamos buscando esto y nos sentíamos en deuda porque la gente nos apoya en todo momento”, dijo el colombiano de buen partido, a pesar de los errores en la terminación de jugada que tuvo frente al Calamar.

La emoción de Pintado
El otro emocionado con una mezcla de bronca y felicidad fue Juan Pintado, que ejecutó el centro milimétrico para que Garayalde empuje la pelota a la red.
Con la satisfacción del deber cumplido, pero sabiendo que aún queda mucho camino por recorrer el uruguayo dijo en zona de vestuarios: “La verdad es que fue un desahogo porque no se nos venían dando las cosas. Este triunfo nos da tranquilidad para seguir trabajando, ya que venimos de algunas semanas complicadas. Sabíamos que estábamos en falta con la gente y con nosotros mismos… por eso fue tan importante ganar hoy”.

