Las cábalas, lo pedidos y las oraciones en el fútbol son casi tan habituales como en la vida. Los jugadores creen en todo aquello en lo que le dio resultado, al menos una vez, y por eso las costumbres muchas veces se repiten con el correr de los partidos. La misma remera, la misma ropa interior y hasta las mismas costumbres son habituales en los futbolistas que buscan una ayuda extra más allá de sus cualidades.
Y esta vez entra entre los pedidos uno muy particular que hizo Nelson Insfrán en la previa del partido ante River. Es que el arquero, como todo buen correntino, es devoto del Gauchito Gil, una figura religiosa muy popular en la Mesopotamia en general y en el fútbol en particular.
Justo en la previa del partido ante River el Mono le pidió una manito y subió la imagen a redes sociales. La imagen se viralizó rápidamente a partir de lo que significó el gran triunfo de Gimnasia en un partido tan difícil, con el penal atajado por el solicitante en el decimosegundo minuto de descuento.

El Gauchito Gil: la leyenda que vive en el corazón de Corrientes
Antonio Mamerto Gil Núñez, conocido como el Gauchito Gil, es una de las figuras más veneradas del folklore argentino, especialmente en Corrientes, donde su devoción popular trasciende generaciones. Nacido a mediados del siglo XIX en la zona de Pay Ubre, cerca de Mercedes, fue un gaucho humilde que se convirtió en símbolo de justicia, fe y rebeldía.
Según la leyenda, Gil fue reclutado para pelear en guerras civiles pero desertó, negándose a luchar contra sus propios hermanos correntinos. Vivió como un forajido justiciero, ayudando a los pobres y defendiendo a los más débiles. Finalmente fue capturado y ejecutado el 8 de enero de 1878, fecha en la que miles de fieles peregrinan cada año al santuario de Mercedes.
En Corrientes, su figura es mucho más que una creencia: representa la fe popular y el espíritu solidario del pueblo litoraleño. Los caminos y casas están llenos de cintas rojas en su honor, recordando al gaucho milagroso que, según los devotos, sigue protegiendo a los suyos desde el más allá.

