En Gimnasia se viven días de tensión y análisis. La durísima eliminación de Copa Argentina frente a Central Córdoba de Rosario dejó al equipo muy golpeado, sin entrenador y a la dirigencia que preside Mariano Cowen en el ojo de la tormenta. Diego Flores no es más el DT de un Lobo que ahora busca a su reemplazante y que tiene una cosa segura, no puede fallar.
En ese sentido, y pese a los primeros sondeos, aún no hay ninguna decisión tomada. De hecho sí la hay, pero no en cuanto a los nombres. La determinación de la directiva es profundizar en cuanto a posibles candidatos, conocer bien a cada uno y, una vez definidos, ir en búsqueda de ellos. Del de mayor prioridad al de menor.

Para esto, la idea es tomarse las dos semanas de receso que tendrá el plantel principal. En calle 4 saben bien que se trata de la última bala de una comisión directiva que ha dejado mucho que desear en materia futbolística y que ha visto partir en poco más de dos años a Sebastián Romero, Leonardo Madelón, Marcelo Méndez y Diego Flores. Y todos con números preocupantes en cuanto a la cosecha.
Una cosa es cierta, no sólo Cowen y su dirigencia no pueden fallar, tampoco puede hacerlo el equipo. Las magras campañas del último tiempo lo tienen a Gimnasia muy comprometido en materia de promedios y también en la tabla anual. El Tripero necesita un golpe de efecto, rearmarse y dejar esos lugares de preocupación cuanto antes.

