Rodrigo Castillo dejó un vacío al irse de Gimnasia que recién empezó a llenarse con este sprint de rendimiento de Marcelo Torres. Aunque sus goles se siguen gritando en el Bosque: el goleador que pasó a Lanús en el mercado de invierno ha convertido ante rivales directos del Lobo, casi como si se tratara de un bonus track al dinero que el club ha comenzado a atesorar por su salida en cómodas cuotas. Tanto que encaminó la permanencia de su ex club.
Contra San Martín SJ, Castillo repitió la tendencia que ha ido marcando a lo largo del Clausura. El delantero empujó debajo del arco un centro preciso proveniente de una contra y, así, puso en ventaja al equipo de Mauricio Pellegrino. Luego, el local empató en el final, pero el resultado deja al Santo cuatro puntos abajo del Lobo en la Anual, cuando a los sanjuaninos le queda una sola fecha. Es decir, ya no lo podrá superar.
Lo de Castillo es casi una remake de lo que había hecho en otras cuatro oportunidades en el campeonato. Porque en la fecha 3, Rodrigo empezó a devolverle la confianza a Pellegrino (y a hacerle favores indirectamente a GELP). Ante Sarmiento, uno de los equipos que pelea la permanencia con el Lobo, el killer de 1,87 metro se despachó con un doblete: metió el 1-0 de cabeza y el 2-0 definitivo con un zurdazo preciso para ganarle al Kiwi.
La racha siguió ante Talleres, en la Fortaleza: hubo victoria del local por 1-0 y el grito fue, por supuesto, de Castillo. Aunque la T se acomodó con el sprint final de victorias que logró con Carlos Tevez, en ese arranque de semestre su situación con el descenso era preocupante. En Córdoba el temor de irse a la Primera Nacional en ese entonces era profundo.
¿Más? Claro que sí: Godoy Cruz también fue víctima del tercer goleador del año del fútbol argentino (con 15, Castillo está sólo detrás de Maravilla Martínez -20- y de Tomás Molina -17-). En ese caso, Castillo metió el 2-0 definitivo para Lanús, que hizo una inversión y le salió un pleno.
La venta de Castillo a Lanús
Castillo se mudó a Lanús a cambio de u$s 1.320.000 netos (es decir, libre de impuestos) divididos en nueve cuotas que comenzaron a cobrarse en agosto. El Lobo ya cobró u$s 520 mil, recibirá otros u$s 100.000 a fin de mes y le quedarán por cobrar otros cuatro pagos hasta cumplir con el plan acordado con la dirigencia que encabeza Nicolás Russo. Los goles vienen aparte.


