Que este no ha sido el mejor año de Guido Carrillo con la camiseta de Estudiantes, no hay dudas. Un puñado de goles, un sacrificio enorme y el reconocimiento de la gente en cada partido parecen no ser suficiente para que el jugador franquicia logre un lugar entre los destacados del equipo.
De él, por su jerarquía y capacidad se espera más, mucho más. Si bien es cierto que el equipo no lo acompaña y que todo se ha hecho cuesta arriba, no es menos cierto que el goleador anduvo con la pólvora mojada y bastante absorbido por las defensas rivales en los últimos partidos con excepción del Clásico, donde marcó el segundo tanto Pincharrata.
El domingo en Victoria, Carrillo vio la roja. Algo impropio en su carrera, ya que fue la tercera desde que es profesional. El momento del equipo, el fastidio por cómo juega Estudiantes, un mal arbitraje… excusas hay varias, pero la realidad indica que el goleador se dejó llevar por la situación y estuvo bien expulsado.
La bronca de Carrillo tras ver la roja
Cuando el partido más lo requería y el equipo más lo necesitaba, Guido Carrillo, referente del plantel, cometió un error inadmisible que perjudicó a Estudiantes. En medio de un forcejeo más de los tantos que tiene acostumbrado el delantero, sacó un codazo directo al rostro de Lazo y Zamora lo expulsó.
La acción fue en la medialuna del área del Matador, sobre el final de la primera mitad, y sin disputa del balón mediante. El central de Tigre se acercó para tomarlo ante un posible pase de Medina y el 9, inexplicablemente, se lo sacó de encima con un fuerte codazo que lo tiró al suelo.
Con el enojo propio de quien entiende una injusticia, el delantero se fue reclamándoles al árbitro. “Son una vergüenza”, repetía el goleador. “Son todos unos delincuentes”, se podía leer en sus labios mientras se iba de la cancha…
El enojo de Carrillo es el enojo de Estudiantes. Tanto jugadores como cuerpo técnico consideran que han sido sumamente perjudicados por los arbitrajes a lo largo del campeonato y esto, sumado al mal momento del equipo, tiene una influencia directa para haberse quedado sin competencia internacional en 2026.

