Lo que se termina ofreciendo en las carnicerías, es el resultado final de un largo proceso en la que cualquier detalle altera a la carne bovina. En este caso, y desde el Instituto Nacional de Técnología Agropecuaria (INTA) remarcan que, suplementando al ganado con burlanda se mejora la calidad nutricional del producto.
La conclusión a la cual llegó el INTA tras una serie de estudios es que, además de mejorar los atributos de la carne, incorporar granos de destilería brinda un aporte energético extra a aquellos animales criados a pasto, reduce costos y minimiza el impacto ambiental de este residuo.
También aclaran que si bien la inclusión de los granos de destilería en las dietas animales es una práctica que se realiza hace varios años en otros países, en Argentina la producción tiene otro cuidado y no había una clara tendencia sobre ciertos atributos de la carne, tales como el color y la terneza.
“Observamos que no modificó el nivel de grasa intramuscular”, detalló Gabriela Grigioni, investigadora del Instituto Tecnología de Alimentos del INTA, analizando lo que podría haber sido un posible efecto negativo. Por fuera de eso, agregó: “Incrementó el contenido de ácido vaccénico, un ácido graso trans natural y precursor de la familia de ácidos grasos conjugados del linoleico (conocidos como CLA), que son reconocidos por sus efectos beneficiosos para la salud humana”.
La especialista también remarca el aspecto positivo sobre la reducción de precios que puede tener esa manera de alimentar el ganado: “Su costo es generalmente más bajo en comparación con otros alimentos para animales. Además, se puede reducir el costo de transporte”.
¿Qué es la burlanda recomendad por el INTA?
La burlanda es un subproducto de la industria del etanol producido a partir del maíz. Según información de la Bolsa de Cereales, en la Argentina existen 6 plantas de producción de bioetanol a partir de maíz y todas están en la zona central del país: tres plantas instaladas en Córdoba, dos en San Luis y una en Santa Fe. La localización coincide con las zonas donde se radica la mayor superficie de producción de maíz.