No hay nada mejor que casa. ¿O en casa? El hit de Soda Stereo amerita remixarse para celebrar la victoria de Los Pumas ante los All Blacks. Porque fue el primer triunfo del seleccionado argentino en su tierra frente a la potencia neozelandesa. Porque si bien cuando faltaban algunos minutos un try achicó distancias, el corazón y la entrega compensaron el desgaste físico. Y fue así que llegó la victoria 29-20.
El encuentro —correspondiente al Rugby Championship— fue parejo e intenso y terminó con final abierto hasta los últimos minutos. El equipo dirigido por Felipe Contepomi comenzó mejor y encontró rápido la ventaja con un penal de Tomás Albornoz a los 2 minutos. El apertura tucumano tuvo otra oportunidad a los 9’, pero falló, y en la réplica Beauden Barrett igualó con un envío a los palos.
El inicio estuvo marcado por la salida temprana de Albornoz por lesión, reemplazado por Santiago Carreras a los 14’. Poco después, Juan Cruz Mallía volvió a adelantar a los locales con un penal, pero la respuesta neozelandesa fue inmediata: un try de Billy Proctor tras una jugada colectiva y otro de Ethan de Groot desde un scrum colocaron el marcador 13-6 para los All Blacks.
El equipo argentino encontró aire cuando Will Jordan vio la amarilla a los 31’. En superioridad numérica, Juan Martín González apoyó el primer try local y Carreras igualó 13-13. Con dos hombres menos, los All Blacks resistieron en el cierre del primer tiempo y evitaron que Argentina tomara la delantera.
En la reanudación, Barrett desperdició un penal y el ingresado Carreras, en cambio, sumó dos aciertos consecutivos para poner a Los Pumas 19-13. El tramo más favorable para el seleccionado nacional llegó con el try de Gonzalo García a los 60’, convertido por Carreras, para establecer un 26-13 parcial.
La reacción neozelandesa apareció a los 68’, con el try de Samisoni Taukei’aho y la conversión de Damian McKenzie, que redujeron la diferencia a 20-26. Sin embargo, seis minutos más tarde Carreras volvió a sumar con otro penal para estirar la ventaja a 29-20. Ese margen resultó clave para sostener la diferencia en los minutos finales, pese a la presión del conjunto oceánico.
El encuentro dejó como saldo un rendimiento competitivo de Los Pumas, que aprovecharon sus momentos de dominio y supieron responder a los embates de los All Blacks en un partido que mantuvo la incertidumbre hasta el cierre.