En la última jornada previa a las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre, el dólar volvió a marcar tensión en la plaza cambiaria argentina. El tipo de cambio oficial subió diez pesos y se ubicó en $1.515 para la venta en el Banco Nación, mientras que el dólar mayorista cerró en $1.492, a solo 55 centavos del techo de la banda cambiaria fijada por el Banco Central.
La suba también se replicó en los demás segmentos del mercado. El dólar blue operó a $1.520, mientras que los financieros cerraron en $1.546,80 (MEP) y $1.559,20 (CCL). En el promedio de bancos privados, la divisa se ofreció a $1.517,53, lo que marca un incremento semanal de alrededor del 2,7%, equivalente a unos 40 pesos.
Pese al anuncio del swap con Estados Unidos y a la intervención del Tesoro norteamericano en el mercado local, las cotizaciones no lograron estabilizarse. Según operadores financieros, la jornada se caracterizó por “una demanda de cobertura intensa” ante el nerviosismo electoral y la incertidumbre sobre el panorama político y económico post comicios.
En tanto, el ministro de Economía, Luis Caputo, buscó llevar calma a los mercados al afirmar: “El lunes no pasa nada”. En una entrevista televisiva, agregó: “Mientras esté dentro de la banda, que el mercado elija el precio que quiere”, intentando relativizar el impacto que podría tener el resultado electoral en el tipo de cambio.
Sin embargo, analistas privados advirtieron que la situación cambiaria continúa delicada. Desde Delphos Investment señalaron que el escenario político se mantiene “técnicamente empatado”, lo que aumenta la volatilidad y empuja a los inversores a cubrirse en dólares. En paralelo, el Gobierno explora acuerdos con entidades bancarias internacionales para reforzar reservas y sostener la estabilidad cambiaria.
En lo que va de 2025, el dólar oficial acumula una suba de $457,25, tras haber cerrado 2024 en $1.060,28. Las maniobras del Banco Central, que incluyeron venta de reservas y control de la banda, resultaron insuficientes para contener una presión que atraviesa tanto al mercado formal como al informal.
Con las urnas a la vuelta de la esquina, el dólar se mantiene en valores récord y el clima financiero refleja una señal clara: los inversores esperan definiciones políticas antes de arriesgar un paso más. El lunes, tras los comicios, llegará la respuesta que los mercados, y el propio Gobierno, están esperando.

