El periodismo tiene reglas no escritas que cualquier profesional debería respetar. La información siempre debe estar por encima del periodista, la tragedia jamás puede convertirse en espectáculo y el respeto por las víctimas debe ser prioridad.
Sin embargo, en las últimas horas, la periodista Paula Bernini de TN se convirtió en el perfecto ejemplo de lo que un comunicador jamás debería hacer.
En un lapso de 36 horas, Bernini fue noticia por tres episodios en los que dejó en evidencia su afán de protagonismo, desdibujando la cobertura y transformando la información en una puesta en escena personal.
El más reciente y polémico, ocurrió también en Bahía Blanca, donde se desarrollan las peores inundaciones de la provincia de Buenos Aires en años, con más de 16 muertos y cientos de evacuados.
Mientras la tragedia golpea a la ciudad, la periodista decidió que el centro de la transmisión debía ser ella misma.
Risas en medio de la tragedia: el episodio del gomón
El hecho ocurrió cuando intentó subirse a un gomón con la ayuda de colegas y rescatistas, pero en lugar de centrarse en la crisis, Bernini se enfocó en transmitir su propia torpeza para abordar la embarcación.
“Gracias, son colegas, mirá que me están ayudando, ¿eh? Colegas de un canal amigo, ahí voy. Ahí está. Ahí está”, decía entre carcajadas, sin reparar en que el contexto no daba lugar para la diversión.
Mientras en la pantalla de TN se veía su risa, fuera de ella, la ciudad seguía inundada y las víctimas de la catástrofe intentaban recomponerse.
Desde el estudio, la conductora Eleonora Cole intentó justificar la escena diciendo: “Poniéndole humor en el medio de semejante tragedia, ¿no? No hay otra, no hay otra”.
Pero en redes sociales, las críticas no tardaron en llegar.
¿Era realmente necesario televisar en vivo su dificultad para subirse al gomón?
¿Por qué TN eligió enfocarse en ese momento cuando había una catástrofe en desarrollo?
Este episodio no fue aislado. Unas horas antes, Bernini fue noticia por otra razón: mientras cubría la inundación, se cayó al agua de manera aparatosa.
Aunque la situación podía haberse evitado con un mínimo de previsión, terminó convirtiéndose en otro espectáculo televisivo, reforzando su ya cuestionado estilo de “periodismo de impacto”.
Y 24 horas antes, había protagonizado un incómodo momento al aire con su camarógrafo, quien pidió que se pusiera un “paño” (un insert de imágenes) para evitar mostrar un momento desprolijo. Bernini, visiblemente molesta por haber salido de pantalla, dejó en claro que lo importante no era la noticia, sino su imagen en vivo.
Cuando la periodista es la noticia: una tendencia que se repite
Paula Bernini habitualmente se convierte en tendencia en redes sociales, pero no por su trabajo periodístico, sino por su constante búsqueda de protagonismo.
En un contexto donde las coberturas deberían centrarse en las víctimas y en la información relevante, su estilo desprolijo, su ansiedad por estar siempre en cámara y su falta de empatía se posicionan como ejemplos claros de todo lo que el periodismo no debería ser.