Alejandro Pereyra es un músico de 26 años, oriundo de Bahía Blanca, que fue seleccionado para participar del Stowe Tango Music Festival, un concurso que reúne a los bandoneonistas más importantes del mundo y cuya final se realizará en Estados Unidos. Actualmente, el joven se encuentra recaudando fondos para poder participar del concurso y traerse el premio mayor a Argentina.
Desde pequeño, Alejandro es un amante de la música, siendo capaz de tocar diversos instrumentos como el violín, la flauta, la guitarra y el saxo. Hasta que a sus 18 años, se inscribió a un taller en el Teatro Municipal de Bahía Blanca donde conoció el bandoneón.
TE PUEDE INTERESAR
“A partir de ese momento nunca solté el bandoneón y fue todo ganancia para mí. Tuve un montón de experiencias nuevas, viajes, cientos de personas que conocí a través de la música. Descubrí un oficio y las posibilidades que ofrece el arte para trabajar y los aportes que hace a la sociedad”, sostuvo en diálogo con La Nueva.
Su enorme talento lo animó participar de uno de los concursos más importantes del mundo, el Stowe Tango Music Festival, donde se seleccionará al mejor bandoneonista de todo el globo. Por ello, envió una serie de videos, con los cuales lo evaluaron como interprete y, finalmente, quedó seleccionado.
“A mitad de mayo recibí un mail en el que me invitaban a participar de esta competencia exclusiva para bandoneonistas todo el mundo que se realiza en el marco del festival. Es una final porque la ronda preliminar ya la pasé de forma online”, explicó el artista.
Sin embargo, Alejandro no dispone de los medios necesarios para viajar a Estados Unidos. Por lo tanto, se encuentra realizando distintas actividades para recaudar fondos y poder asistir al concurso que se llevará a cabo durante el mes de agosto a unos 500 kilómetros al norte de Nueva York. Asimismo, en sus redes sociales cuenta con un link de Mercado Pago, donde los interesados pueden colaborar con el sueño de Alejandro.
“Estoy cerca de conseguir los pasajes. Me falta reunir fondos para el seguro de viaje, para poner a tono al bandoneón con el luthier y para los transportes internos, entre otros viáticos ya que el festival cubre los gastos de alojamiento y comida”, finalizó.
TE PUEDE INTERESAR