En la vasta y diversa geografía bonaerense, la mandarina se destaca como una de las frutas más apreciadas y consumidas. Su dulzura y jugosidad hacen que sea una delicia invernal para grandes y chicos. Sin embargo, pocos saben que bajo el nombre genérico de “mandarina” se esconde un abanico de variedades, cada una con sus propias características y sabores distintivos para elegir.
Un usuario en Twitter compartió una experiencia que captó la atención de muchos. “Acabo de tener una masterclass de mandarinas con mi verdulera. Diferencias entre dancy, encore, nova y criolla. Llevé dos de cada para hacer una mini cata“, escribió, despertando la curiosidad sobre estas variedades.
LA MANDARINA DANCY
Conocida por su color anaranjado intenso y su piel fina y fácil de pelar, es una de las favoritas en las verdulerías argentinas. Su pulpa es muy jugosa y tiene un sabor dulce con un leve toque ácido, lo que la hace perfecta para consumir fresca o en jugos. Además, su alto contenido de vitamina C la convierte en una aliada para reforzar el sistema inmunológico.
LA MANDARINA ENCORE
Destaca por ser una variedad tardía, lo que significa que su temporada se extiende más allá de las demás. Su piel es más gruesa, pero igual de fácil de pelar. Es una mandarina especialmente dulce, ideal para aquellos que prefieren una fruta con un sabor más pronunciado y menos acidez. Esta variedad también es rica en fibras, lo que ayuda a mantener una buena digestión.
LA MANDARINA NOVA
Conocida también como tangelo, es un híbrido entre la mandarina y el pomelo. Esta mezcla le confiere un sabor único, que combina la dulzura de la mandarina con un toque sutilmente amargo del pomelo. Su pulpa es firme y jugosa, con menos semillas que otras variedades. La Nova es apreciada por su versatilidad, ya que se puede usar tanto en recetas dulces como saladas, agregando un toque especial a ensaladas y platos de cocina gourmet.
LA MANDARINA CRIOLLA
Finalmente, quizás la más tradicional y conocida en nuestro país, tiene un sabor dulce y ligeramente ácido. Su piel es más áspera y algo más difícil de pelar en comparación con las otras variedades, pero su pulpa es extremadamente jugosa y llena de sabor. Es la variedad que muchos bonaerenses recuerdan de su infancia, ya que es común encontrarla en los mercados locales y en las ferias de barrio.
La anécdota del usuario que recibió esta “masterclass” de mandarinas por parte de su verdulera vuelve a dejar evidente la importancia de los pequeños comercios y el conocimiento que los verduleros locales tienen sobre sus productos.
“Arriba izq: Encore. Pintitas verde/negras. Ácida. Sabrosa.
Arriba der: Dancy. Tiene un piquito. Sabrosa pero no mucho. Normalita.
Abajo der: Criolla. Amarillenta, mucho olor. Un poco más ácida que la dancy. Es la típica.
Abajo izq: Nova. Sin semilla. Jugosa, dulce. La + rica“.
Realizar una cata de mandarinas, como lo hizo este usuario, fue para él una experiencia reveladora. Probar cada variedad le permitió apreciar las sutilezas de sabor y textura que diferencian a una mandarina de otra, y reconocer la riqueza agrícola.
En una región donde la producción de cítricos es abundante, tomarse el tiempo para explorar estas diferencias puede transformar una simple fruta en una experiencia gourmet.