El trasfondo de esta historia empieza a forjarse a partir de las diferencias que nacieron entre dos ídolos de Estudiantes de La Plata: Juan Sebastián Verón y José Luis Calderón. Ambos ídolos uno es el presidente pincha y el otro, goleador histórico. Ambos consiguieron campeonatos y varios victorias frente a Gimnasia, su clásico rival, de hecho formaron parte del recordado 7 a 0 de 2006.
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Lo que parecía una historia de ensueños, con ellos compartiendo cancha ganado la Copa Libertadores de 2009 termino mal cuando una discusión interna, terminó con la ausencia de “Caldera” en el Mundial de Clubes donde Barcelona venció al pincha en la final.
A partir de allí, la relación entre ambos (que no se hablan pero viven en el mismo barrio privado) se hizo más aspera al punto de que Calderón decidió junto a su hijo Lucas (que jugaba en las inferiores pinchas) salir del club y probar suerte con la camiseta del eterno rival.
Hoy el hijo de José Luis, Lucas Calderón (categoría 1998, que en junio jugó para el pincha el clásico) está en la lista de concentrados que Darío Ortíz, técnico de Gimnasia dio a conocer para el partido de esta noche frente a Newell´s.
Calderón suele estar presente en el Bosque y en la platea tripera pese a su pasado pincharata y esta noche podría presenciar el debut de su hijo con una camiseta que pesa en la familia, ya que la familia siempre fue tripera.
El ex goleador de Estudiantes, Independiente y América de México entre tantos, al sentirse tan bien por el trato que recibió su hijo al pasar al lobo decidió hacer una importante donación a las instalaciones del “bosquecito” lugar de entrenamiento de las formativas gimnasistas.
Comenzará esta noche una nueva dinastía goleadora en La Plata, los hinchas del lobo esperan que sí y su entrenador le ha depositado la confianza, será cuestión de esperar, como suele cantarse en el tablón “los goles de Caldera que ya van a venir”.
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