Durante el mes de marzo pasado, la Organización de Derechos Humanos Amnistía Internacional publicó un informe global de su tema central en el que detalló su preocupación por la violencia ligada a las protestas sociales en Colombia de hace 2 años. La organización utilizó para ese informe una herramienta de Inteligencia Artificial con el fin de promocionar sus conclusiones en las redes sociales, en donde incluyó fotos falsas (creadas por la mencionada herramienta tecnologica) de las protestas de 2021 en Colombia. Luego de las críticas, Amnesty las eliminó.
Si bien la brutalidad sistémica utilizada por la policía colombiana para sofocar las protestas nacionales en aquel 2021 fue real y está correctamente documentada, las fotos que Amnistía Internacional usó recientemente para resaltar el problema no lo fueron en la misma medida.
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La entidad internacional de defensa de los derechos humanos fue fuertemente criticada por publicar tales imágenes generadas por inteligencia artificial a pesar de los justificativos que intentó esgrimir explicando lo sucedido.
Como un detalle de color se puede rescatar que casualmente Amnesty International, de acuerdo a sus siglas en inglés, comparte el acrónimo de Artificial Intelligence (AI)
Las imágenes que mostró en ese informe, incluida una de una mujer que es arrastrada por agentes de policía, dejan ver las escenas de las protestas que se extendieron por Colombia en 2021.
Pero cuando se posa la mirada un poco más que unos breves instantes en las imágenes, puede percibirse claramente que algo no está bien en ellas.
Los rostros de los manifestantes y la policía están suavizados y deformados, dando a la imagen un aura distópica.
La bandera tricolor de Colombia que porta la manifestante tiene los colores correctos (rojo, amarillo y azul), pero en el orden equivocado, y el uniforme policial tampoco se corresponde con los originales.
Los que más alto elevaron sus voces de protesta por esta acción de Amnistía fueron los reporteros gráficos. Por su parte los estudiosos de temas ligados a los medios advirtieron que el uso de imágenes generadas por Inteligencia Artificial podría socavar el propio trabajo de Amnistía y alimentar teorías de conspiración.
“Vivimos en una era altamente polarizada llena de noticias falsas, lo que hace que la gente cuestione la credibilidad de los medios. Y como sabemos, la inteligencia artificial miente. ¿Qué tipo de credibilidad tenés cuando empezás a publicar imágenes creadas por inteligencia artificial?”. dijo Juancho Torres, un fotoperiodista radicado en Bogotá.
LA RESPUESTA DE AMNISTÍA INTERNACIONAL
La ONG que se encarga de velar por los DDHH en todos los países del mundo, se escudó en que utilizó fotografías reales en informes anteriores. Sin embargo explicó que esta vez finalmente optó por utilizar imágenes generadas por IA para proteger a los manifestantes de posibles represalias estatales.
Igualmente luego salió a pedir disculpas por haber optado por esta novedosa variante:
“Hemos eliminado las imágenes de las publicaciones en las redes sociales, ya que no queremos que las críticas por el uso de imágenes generadas por IA distraigan la atención del mensaje central en apoyo a las víctimas y sus llamados a la justicia en Colombia”, dijo Erika Guevara Rosas , directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“Nos tomamos las críticas en serio y queremos continuar el compromiso para asegurarnos de comprender mejor las implicaciones y nuestro papel para abordar los dilemas éticos que plantea el uso de dicha tecnología”, amplió la titular americana del organismo no gubernamental.
Por su parte, representantes del gremio del reporteros gráficos en Colombia aseguraron que el uso de IA por parte de la organización representa un insulto a los fotoperiodistas que cubren las protestas. “El poder de un periodista es recrear la realidad y lo que ve, algo por lo que durante el paro nacional muchos reporteros, fotógrafos y camarógrafos arriesgaron sus vidas. Tengo un amigo que perdió un ojo. El uso de imágenes de IA no solo pierde esa realidad, sino que también pierde la conexión entre los periodistas y las personas”, concluyó Torres.
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