La ANMAT, a través de la Disposición 4927/2024 publicada en el Boletín Oficial, ordenó la prohibición de la producción, fraccionamiento y comercialización del producto rotulado como “Yogur griego”, marca CAPULI, en cualquier presentación y fecha de vencimiento. La decisión responde a irregularidades detectadas en su registro y etiquetado, lo que lo convierte en un alimento ilegal.



¿Por qué se prohibió el yogur griego CAPULI?
Según el informe de la ANMAT, el producto no contaba con los registros sanitarios correspondientes. Esto significa que no tenía una certificación válida que garantizara su aptitud para el consumo humano. Además, su comercialización sin los debidos controles representa un potencial riesgo para la salud de los consumidores.
El organismo determinó que el yogur en cuestión incumple con el Código Alimentario Argentino (CAA), lo que llevó a su inmediata prohibición en todo el territorio nacional. En consecuencia, se ordenó a las autoridades sanitarias, provinciales y municipales que retiren el producto de circulación.
¿Qué riesgos implica el consumo de productos sin autorización?
Los alimentos que no poseen la debida certificación pueden representar diversos peligros para la salud. En el caso del yogur griego CAPULI, al no estar registrado ni controlado, no se puede garantizar que su elaboración haya seguido normas de higiene y seguridad adecuadas. Entre los principales riesgos se encuentran:
- Contaminación microbiológica: La falta de controles puede derivar en la presencia de bacterias peligrosas como la Salmonella o Listeria monocytogenes.
- Uso de ingredientes no declarados: Sin supervisión, podrían haberse utilizado aditivos o conservantes no permitidos.
- Etiquetado engañoso: La ausencia de registros impide verificar si el producto contiene realmente los ingredientes que declara.

