Un 17 de agosto de 1993 ocurrió otro hecho siniestro en la historia argentina: Miguel Bru, estudiante de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata desapareció. A pesar de vivir en democracia, las prácticas habituales en la última dictadura cívico militar, continuaban. Así fue como la Policía Bonaerense de la Comisaría 9º secuestró, torturó, asesinó y desapareció el cuerpo de Miguel. Hoy se cumplen 30 años y Rosa, su madre, sigue buscando.
La Cielo dialogó con Rosa Schoenfeld, madre de Miguel, quien año a año lo sigue recordando y sostiene que todavía lo sigue viendo “parado en la puerta de su casa”.
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El día de la desaparición de Miguel Bru
Miguel Bru tenía 23 años cuando vivía en una casa que fue allanada varias veces por policías de la 9º de La Plata, argumentando ruidos molestos. A partir de hostigamientos y amenazas, la Policía tenía entre ceja y ceja a Miguel. Es así como un día, partió rumbo a Magdalena y nunca más volvió.
La última vez que Rosa lo vio, fue en su casa, cuando él partió para el domicilio que compartía con sus amigos en Calle 69 de La Plata con la excusa de comer un asado el 15 de agosto, dos días antes de su desaparición. Así lo recuerda: “lo evoco, lo veo parado en la puerta”.
Tras el fatídico 17, Rosa recorrió comisarías, se movilizó con la Facultad de Periodismo, vivió etapas judiciales y logró que se reconozca el crimen de Miguel. Aún hoy, lo sigue buscando.
La denuncia y la ayuda de los medios
El juez de la causa fue Amílcar Vara, quien se negaba a culpar a la policía bonaerense de la desaparición de Miguel. No obstante, Rosa siempre supo quién era: “su pasado ya era turbulento, era su característica encubrir a la policía, ya sabían que cuando él estaba de turno, podían actuar”.
Finalmente, fue enjuiciado y destituido por encubrimiento. También fueron condenados los policías responsables Justo José López y Walter Abrigo en 1999 a prisión perpetua. A su vez, por encubrimiento también fueron enjuiciados el comisario Juan Domingo Ojeda y el oficial Ramón Cerecetto.
Estas pequeñas victorias dentro de la tragedia, Rosa se lo agradece a “tanta denuncia de los jóvenes y de ustedes, los medios. No nos tenemos que olvidar de la presión: demuestra que había irregularidades en causas”. Además, agrega: “el periodismo continuamente creyó en nuetras denuncias y apoyó nuestros reclamos”.
El mensaje que permanece
A pesar de las sentencias confirmadas, el cuerpo de Miguel Bru sigue sin aparecer. Ante ello, Rosa recuerda que “hay una recompensa de 5 millones” para aquellos que puedan aportar novedades sobre el cuerpo de Miguel.
Cabe recordar que las actividades en conmemoración a la desaparición del estudiante de periodismo se trasladaron al próximo martes, con el ya tradicional pedido de justicia: “¿Dónde está Miguel?”.
Antes de despedirse, Rosa Schoenfeld sentencia lo único que desea: “Que me digan donde está Miguel”.
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