La mano derecha de Julio Zamora, intendente de Tigre, está en la mira del Tribunal de Cuentas de la Provincia a partir de que se detectaran contrataciones “flojas de papeles” a empresas que serían de su entorno.
La lupa se posó sobre el secretario General y de Obras y Servicios Públicos, Pedro Heyde, a quien el órgano de control administrativo de la Provincia le pide precisiones sobre contrataciones que en 2020 totalizaron más de 24 millones de pesos, y que fueron direccionadas a la empresa Recilit S.A., especializada en servicios e insumos para la gestión ambiental.
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A partir de las órdenes de compra presentadas por la propia municipalidad de Tigre, el Tribunal de Cuentas detectó que no hubo llamados a licitación, pero además otras irregularidades administrativas de variada índole, todas relacionadas a la falta de precisión en torno al tipo de servicio que se prestaba.
Por ejemplo, y según consigna Nexofin.com, no se acreditó la titularidad de los camiones contratados para mover montículos de basura, ni la habilitación de los choferes que los manejaban. En rigor hubo una licitación, la primera, aunque con un sólo oferente. De ahí en adelante, se gestionó la contratación mediante ampliaciones presupuestarias de hasta 50 por ciento más que el monto original.
El primer contrato fue de 8.825.000 pesos, el segundo le sumó 4.412.500 pesos. Nuevamente el Tribunal señaló que hacía falta detallar mediante un cronograma de tareas que reflejara el incremento en la cantidad de tareas que justificara los aumentos. Ni siquiera hay una “hoja de ruta” que muestre los recorridos de los camiones y el destino final de lo que levantan.
Por ese cúmulo de irregularidades, el HTC apunta al propio Julio Zamora, a Pedro Heyde y a la contadora municipal, Elizabeth Di Cola. En el distrito se señala como la causal de estas irregularidades a la supuesta cercanía del titular de la empresa Recilit, Juan Emilio Podavini, con Heyde.
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