El pomposo anuncio del Gobierno en torno a una inversión de 25 mil millones para construir un centro de datos impulsado por inteligencia artificial, de la mano de Open AI -creadores de CHAT GPT- empiezan a desinflarse con el promer comunicado oficial de la empresa de Sam Altman.
El texto oficial de OpenAI publicado hoy expone una realidad más modesta que la que difundieron Javier Milei y s us funcionarios: no hay capital comprometido ni cronograma definido, solo una carta de intención (LOI) para analizar la viabilidad del proyecto.
El comunicado precisa que Sur Energy será “el desarrollador de energía e infraestructura y líder del consorcio”, mientras que OpenAI podría actuar como “potencial offtaker”, es decir, como posible usuario o comprador del servicio energético. En lenguaje corporativo, eso equivale a decir que la empresa de Sam Altman no invertirá directamente, sino que podría consumir parte de la capacidad que se genere si el proyecto llega a concretarse.
A diferencia de las versiones difundidas por funcionarios argentinos, el texto oficial no menciona ningún monto, ubicación ni plazos. En cambio, pone el foco en la creciente adopción de ChatGPT en el país y en la posibilidad de usar sus herramientas en la administración pública dentro del programa OpenAI for Countries. Es decir, un acuerdo de cooperación tecnológica, no una inversión de infraestructura.
El propio Altman había aportado una dosis de épica política al afirmar que este hito “trata de mucho más que infraestructura” y que su objetivo es “poner la inteligencia artificial en manos de más personas en todo el país”, destacando la “visión del presidente Javier Milei” para impulsar el crecimiento y la creatividad. El nuevo comunicado pone en duda sus verdaderas intenciones.
En el mundo de las inversiones, una Carta de Intención no implica compromisos financieros ni garantías de ejecución. Es apenas un primer paso para explorar un proyecto, sin obligaciones legales ni desembolsos confirmados. Por eso, en los mercados, el anuncio se interpreta más como una señal política y de posicionamiento que como un flujo real de capital.
Qué dice —y qué no dice— el comunicado de OpenAI
El texto publicado por OpenAI el martes tiene poco de anuncio económico y mucho de posicionamiento institucional. En ninguna parte menciona cifras, compromisos de inversión, ni el monto de 25.000 millones de dólares que difundió el Gobierno argentino. Tampoco hay fechas, ubicación del proyecto, ni detalles técnicos sobre la infraestructura o el financiamiento.
Lo que sí dice
- Que Argentina tiene gran potencial para albergar el primer proyecto Stargate en América Latina, “impulsado por energía limpia”.
- Que la iniciativa sería liderada por Sur Energy, empresa que asumiría el desarrollo de energía e infraestructura y la formación de un consorcio.
- Que OpenAI y Sur Energy firmaron una carta de intención (LOI) para “explorar” un proyecto de data center.
- Que OpenAI se reserva el rol de “potencial offtaker”, es decir, posible comprador o usuario de los servicios generados, no inversor.
- Que el país es uno de los más activos de la región en el uso de ChatGPT y en el desarrollo con sus herramientas.
- Y que se están explorando líneas de cooperación dentro del programa OpenAI for Countries, para incorporar inteligencia artificial en el sector público argentino.
Lo que no dice
- No hay mención alguna a montos de inversión ni compromisos financieros.
- No aparece la cifra de 25.000 millones de dólares ni ninguna estimación de escala.
- No se habla de plazos de ejecución, ubicación geográfica o cronograma del proyecto.
- No hay referencias a contratos firmes, participación estatal o esquema de incentivos.
- No figura ningún socio internacional que acompañe a Sur Energy, más allá de la intención de conformar un consorcio.
- No se menciona Stargate como marca registrada ni como proyecto previo de OpenAI en otras regiones.