Este domingo por la noche, la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, decidió bajarle línea a su par porteño, Waldo Wolff, luego de una nueva fuga de presos en una comisaría de la Ciudad de Buenos Aires. A través de un mensaje en redes sociales, Bullrich le dedicó un contundente mensaje que incluyó una de esas frases que quedan para la posteridad: “Un ministro serio resuelve problemas. Si no está dispuesto a hacerlo, mejor dedíquese a ser comentarista o columnista de televisión, como lo hizo hoy“.
El chispazo no pasó desapercibido. No solo porque expone una interna entre ‘aliados’, sino porque desnudó algo aún más curioso: Wolff intentó esquivar el bulto culpando a la “pesada herencia”, como si la administración anterior de la Ciudad no hubiera sido del PRO, el mismo partido al que él pertenece.
Fuga de presos y fuga de responsabilidades
El detonante del cruce fue la fuga de seis detenidos de la Comisaría Vecinal 6 A de Caballito. Mientras Wolff trató de minimizar el episodio al definirlo como un caso de “connivencia interna” y no una fuga, Bullrich no le dejó pasar la oportunidad para pegarle donde más duele: la gestión.
“Ministro, si la Policía de la Ciudad detiene a estos delincuentes por delitos comunes, NO FEDERALES, y además ya firmaron un convenio para la transferencia de los detenidos a la Ciudad, ¿por qué, en lugar de evitar que se les fuguen una y otra vez, tiene el caradurismo de no hacerse cargo de los presos que le corresponden, como sí lo hacen las 23 provincias restantes?”, cuestionó la ministra.
Para Wolff, la responsabilidad no es suya ni de la Ciudad, sino del gobierno anterior. “No hay dónde poner a los detenidos en la Ciudad. Hasta que tengamos lista la cárcel de Marcos Paz, no podemos inventar más lugares”, argumentó. Y redobló la apuesta: “Los presos son un problema de la gestión anterior. A los porteños les decimos la verdad”.
El problema es que la “gestión anterior” que menciona Wolff no es otra que la de Horacio Rodríguez Larreta, su exjefe político. Un detalle menor para él, pero no para Bullrich, que le enrostró que la Ciudad ya debería haberse hecho cargo de sus propios presos.
Aliados en lo político, rivales en la interna
Hasta hace poco, Bullrich y Wolff formaban parte de la misma estructura partidaria. Pero mientras Wolff sigue en el PRO, Bullrich ya juega en el equipo libertario de Javier Milei. Y aunque todavía comparten trincheras en muchos temas, la ministra dejó en claro que no piensa ser cómplice de las excusas ajenas.
“Si la Policía de la Ciudad detiene a estos delincuentes, ¿por qué tiene el caradurismo de no hacerse cargo de los presos que le corresponden?”, insistió Bullrich en su mensaje.
El cruce, más allá de lo anecdótico, expone un problema serio: la Ciudad de Buenos Aires viene acumulando fugas de presos en los últimos meses, con el caso más resonante en diciembre, cuando 17 detenidos de alta peligrosidad escaparon de una comisaría en Liniers. En ese momento, la respuesta del jefe de Gobierno Jorge Macri fue remover a la cúpula de la Policía porteña.
Ahora, con este nuevo episodio en Caballito, quedó claro que el problema no estaba en los nombres, sino en la falta de infraestructura y planificación. Y mientras Wolff busca excusas, Bullrich le marca la cancha con una ironía filosa: “Un ministro serio resuelve problemas”.
Lo cierto es que, mientras la interna arde, los presos siguen encontrando la manera de fugarse. Y la pregunta que queda en el aire es: ¿a quién harán cargo cuando haya una nueva fuga?