En apenas siete meses de 2025, una empresa que debería concentrarse en energía se convirtió en la mayor vendedora de café del país. YPF, a través de sus tiendas Full, despachó 20.002.308 cafés entre enero y julio, un 15 % más que en 2024. Todo gracias a más de 1.100 locales en estaciones de servicio, que también colocaron 29 millones de medialunas y 4,5 millones de hamburguesas.
El dato es llamativo: la petrolera estatal más grande de la Argentina crece como si fuera una cadena de comida rápida, mientras su negocio principal atraviesa un semestre flojo. Según sus propios balances, la ganancia neta de YPF se desplomó un 93 % interanual, de más de un billón de pesos en 2024 a apenas $61.695 millones en el primer semestre de 2025.
En ese mismo período, el resultado operativo cayó de $1,03 billones a $640.713 millones, afectado por un incremento de los gastos de comercialización (de $907.289 millones a $1.183.479 millones) y de administración (de $307.901 millones a $438.871 millones). Los costos financieros netos treparon a $568.699 millones, presionando sobre un margen operativo ya más estrecho.

El balance también muestra un endeudamiento en alza: los préstamos de corto y largo plazo suman $11,8 billones al 30 de junio, frente a los $9,2 billones de diciembre pasado. En paralelo, el efectivo y equivalentes cayó un 19 %, de $1,15 billones a $928 mil millones, mientras que las inversiones en propiedades, planta y equipo y activos intangibles demandaron $2,77 billones en el semestre.
En términos de flujo de caja, las operaciones generaron $2,13 billones, por debajo de los $2,34 billones del mismo período de 2024. Parte de esa merma se explica por menores cobros netos por ventas y mayores egresos en provisiones y otros pasivos, sumados a pagos de impuestos más elevados. Esto sin mencionar el frente de tormentas que le augura la justicia de Estados Unidos.
Plan b: salgamos a vender café
Pese a este escenario, el presidente de YPF, Horacio Marín, anunció que el plan es expandir Full incluso por fuera de las estaciones de servicio. Un giro que, para algunos analistas, recuerda más a la estrategia de una cadena minorista que a la de una compañía clave para la soberanía energética.
La paradoja es difícil de ignorar: mientras el mundo debate su transición energética y pelea por el control de recursos críticos, YPF celebra récords en café y medialunas. Un éxito comercial que, sin dejar ganancias en la liga grande, puede dejar a la Argentina jugando en categorías menores.

