El ex general que encabezó el último golpe militar de la Argentina, dijo: “Asumo mi responsabilidad en la guerra interna librada contra el terrorismo subversivo, mis subordinados se limitaron a cumplir mis órdenes como comandante en jefe”.
Además, Videla agregó que el Tribunal Oral de Córdoba “carece de competencia” para juzgarlo por crímenes de lesa humanidad, reivindicó como su “juez natural al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas” y anunció que no va a prestar declaración.
En tanto, el jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, otro de los 31 acusados por las torturas y crímenes cometidos en la UP1 de Córdoba señaló que “los terroristas marxistas que, conducidos desde el extranjero, asaltaron la República porque no creían en nuestras instituciones democráticas, ahora aprovechan, se refugian y usan esas mismas instituciones democráticas para juzgar a quienes las defendimos”. Menéndez luego anticipó, al igual que su jefe máximo, que no va a declarar porque desconoce la Justicia civil.
Canno sostuvo que “jamás esperamos que se arrepientan” debido a que los represores “tienen esa concepción ideológica y, tal como en su momento actuaron con un cinismo, un desparpajo y una posición como cuando dijo que ‘los desaparecidos no están’, hoy (Videla) vuelve a ponerse en una posición que es realmente condenable pero sumamente esperable”.
“Estos sujetos no sólo desaparecieron a 30 mil compañeros sino que implementaron un modelo económico con las consecuencias que tuvo”, apuntó el funcionario provincial. En ese marco, agregó que “la única cuestión que tenemos que tener en cuenta es que están siendo juzgados y se les ha dado el derecho que ellos no dieron cuando instalaron el proceso de represión”.
Respecto de la posibilidad de que los represores brinden la información necesaria para reconstruir la historia Argentina, Canno indicó que “tal vez en algún momento se de, pero no tengo esperanza de que brinden información porque destruyeron en 7 años un país; implementaron un modelo económico; desaparecieron a 30 mil personas, dirigentes sindicales, estudiantiles, jóvenes militantes que tenían sueños; se apropiaron de menores”.
Por otra parte, informó que ayer lanzaron “un concurso de producciones artísticas para jóvenes de entre 12 y 18 años para la promoción de derechos humanos, para la concientización de la erradicación de la discriminación”, utilizando “herramientas que tienen que ver con el arte, la poesía, la música”. El subsecretario de derechos humanos dijo que “es un concurso dirigido a que todos los chicos participen a partir de las escuelas”.