El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Sergio Iraeta, encabezó lo que fue la primera reunión del Consejo Federal Agropecuario Regional Centro del año. La jornada contó con la participación de funcionarios bonaerenses, de Córdoba, Santa Fe y La Pampa y terminó con una parva de reclamos. Los detalles.
La intención del Gobierno Nacional era presentar las desregulaciones del SENASA, como el nuevo régimen de vacunación contra la fiebre aftosa, las líneas de financiamiento y algunas innovaciones como la obligatoriedad de usar caravana electrónica que entrará en vigencia el año que viene. Sin embargo, los representantes de la provincia de Buenos Aires llevaron la conversación para otro lado.
“Lo más urgente es la infraestructura”, dijo el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez. El funcionario de Kicillof participó del consejo federal de ayer y aprovechó para pedir que retomen la obra del Río Salado “que el gobierno nacional paralizó dos años y que recién ahora está reanudando” en medio de las inundaciones que afectan a toda la cuenca.

En el mismo sentido, reclamó por la impermeabilización de canales de la zona de riego del valle del Río Colorado. Se rata de “otra obra con financiamiento internacional asegurado que el gobierno abandonó”, afirmó Rodríguez.
Por fuera de estos asuntos, el ministro expresó su rechazo al cierre de la sede AMBA del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). “Deja a unos 10.000 productores sin acompañamiento técnico“, argumentó antes de criticar el desfinanciamiento del organismo en su totalidad.
Para cerrar, el representante de la provincia de Buenos Aires se mostró reacio a la imposición de la caravana electrónica. En julio de este año el SENASA decidió que a partir de enero de 2026 va a ser obligatoria para todo el ganado, ya sea bovino, ovino, porcino o caprino. Esto implicará un desafío técnico y económico para los productores de las cuatro provincias que representan más del 63% de todo el rodeo nacional.

