La Legislatura aprobó este jueves una ley que prohíbe el uso libre de celulares y otros dispositivos electrónicos en las aulas de las escuelas primarias de la Provincia. El proyecto, que busca “proteger la atención de los estudiantes y promover un uso responsable de la tecnología desde la infancia”, ahora espera la promulgación del Ejecutivo. El proyecto fue presentado en marzo de 2024 y aprobado en el Senado en septiembre del mismo año.
La iniciativa convierte a Buenos Aires en la cuarta jurisdicción del país en avanzar en esta línea, después de la Ciudad de Buenos Aires, Neuquén y Salta.
UNA LEY CAMPORISTA CON ACOMPAÑAMIENTO OPOSITOR
El texto aprobado en Diputados surgió de la unificación de proyectos del senador Emmanuel González Santalla (La Cámpora) y la senadora radical Lorena Mandagarán (UCR-Cambio Federal).
Entre los fundamentos, los legisladores citaron que el 54% de los alumnos reconoce que se distrae durante la jornada escolar y que los resultados del Operativo Aprender 2024 reflejan que más de la mitad de los estudiantes está por debajo del nivel básico en Matemática.
Sin embargo, la sanción de la norma reavivó un viejo contrapunto dentro del oficialismo. El director general de Escuelas del gobernador Axel Kicillof, Alberto Sileoni, había expresado públicamente su rechazo cuando la medida se aplicó en CABA tiempo atrás.
El ministro advirtió entonces que imponer restricciones rígidas podía ser contraproducente al limitar oportunidades pedagógicas. “En 2006 tuvimos esa norma en la Provincia y no funcionó”, dijo en aquel momento.
Esta tarde, y ante la aprobación de la ley, cerca de Sileoni y estricto off sostuvieron que “Estamos analizando los alcances de la ley. No podemos dar más precisiones”, abriendo así el gran interrogante: Kicillof ¿promulgará la Ley? El gobernador tiene 180 días para hacerlo. Otro capítulo de la interna que ni la victoria electoral del 7 de septiembre pudo calmar.
LA PALABRA DE SANTALLA
El camporista celebró hoy con un posteo en X la aprobación. “El avance de la tecnología es muy grande, para la educación en pandemia fue útil, pero es difícil medir los resultados. Hay cuestiones positivas, como la accesibilidad para personas con discapacidad; pero también hay negativas. Un informe de la UNESCO muestra cuestiones preocupantes”, había dicho el legislador a la FM CIELO cuando presentó el proyecto.
En su análisis, el reemplazo de las actividades lúdicas y compartidas con pares, por el juego en línea, muchas veces de contenido violento, provoca problemas de socialización en las infancias. Otros trastornos registrados por el uso excesivo de dispositivos digitales son problemas auditivos, oculares, de postura, tensión muscular, nerviosismo, angustia y estrés, todo ello con una repercusión directa en la conducta de la infancia y en el proceso de aprendizaje.
El senador sostuvo que, si bien los celulares “son herramientas necesarias”, pero su avance e ingreso en las aulas “pasó sin que los Estados intervengan y sin poder evaluar”.
CÓMO SERÍA LA APLICACIÓN
El artículo 3 de la ley establece que los alumnos de primaria deberán hacer “uso responsable” de los dispositivos, lo que se traduce en no utilizarlos durante la jornada escolar salvo autorización explícita del docente.
El artículo 3 del proyecto de Ley aprobado señala que, en las escuelas de gestión pública y privada de la provincia, los estudiantes de nivel primario deberán utilizar pantallas únicamente para cumplir con objetivos pedagógicos. Además, especifica que el uso de dispositivos digitales durante la jornada educativa solo será permitido cuando exista un requerimiento o autorización explícita de los docentes.
Además, prevé campañas de concientización y difusión en centros educativos y de salud sobre el impacto del consumo de pantallas en la infancia.
ANTECEDENTES EN OTRAS PROVINCIAS
En la Ciudad de Buenos Aires, la prohibición abarca a nivel inicial, primario y secundario, tanto en escuelas públicas como privadas. Neuquén y Salta ya cuentan con normativas similares, aunque con variantes: en el primer caso, se permiten los celulares en secundaria con fines pedagógicos; en el segundo, se establece una prohibición general con excepciones autorizadas por docentes.