Una vegonzante charla en la señal de noticias La Nación+ generó indignación en redes sociales, luego de que el candidato a legislador porteño por la UCeDé, Ramiro Marra, y la periodista Débora Plager se refirieran a las personas en situación de calle con el término “fisura“.
Esta palabra, antes relegada a la jerga callejera para referirse a individuos en estado de consumo problemático de drogas, ahora parece haber sido incorporada al discurso político de sectores de la derecha.
Pero la polémica no se detiene ahí: además de deshumanizar a quienes no tienen un techo donde vivir, ambos también reforzaron la estigmatización sobre los habitantes del conurbano bonaerense, sugiriendo que la gente en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires proviene mayoritariamente de esa región.
INDIGNACIÓN GENERAL POR DISCRIMINACIÓN
La doble discriminación —despreciar a los indigentes llamándolos “fisura” y asociarlos directamente con el conurbano como si esa procedencia fuera sinónimo de marginalidad— desató la fuerte reacción de indignación en redes sociales.
El intercambio ocurre en un contexto donde diversos dirigentes (del PRO, La Libertad Avanza y la UCeDé, entre otros) endurecieron su discurso sobre la crisis habitacional en Buenos Aires, centrándose más en la “molestia” que generan estas personas en el paisaje urbano que en las causas estructurales del problema.
La conversación dejó en evidencia la deshumanización a quienes viven en la calle, en un tono que raya lo “facistoide“.
Durante el programa, Plager introdujo el tema con una afirmación que ya anticipaba la postura compartida con Marra:
Plager: “Hay otro tema de la Provincia de Buenos Aires que es la cantidad de gente que viene del conurbano, fundamentalmente, que se ha incrementado notablemente, las personas que están en la calle en la ciudad de Buenos Aires.”
Marra tomó la posta con una propuesta que desató una ola de críticas:
Marra: “Por eso una de mis principales propuestas es ir en contra de los ‘fisuras’. Sí, los fisuras que hay que devolverlos a la provincia de Buenos Aires. Es de público conocimiento eso, antes no pasaba, empezó a incrementarse después de la cuarentena. ¿Por qué? Por la pésima gestión también de Axel Kicillof“, disparó el ex libertario echado del espacio de Javier Milei.
El uso del término “fisura” no pasó desapercibido. Este vocablo, que en su origen describe a una persona que busca drogas desesperadamente, se transformó en una etiqueta para referirse de manera despectiva a quienes no tienen un techo donde vivir.
DÉBORA PLAGER Y SU ODIO RECALCITRANTE
En este sentido, Plager celebró el abandono del término “persona en situación de calle” por considerar que suaviza la gravedad de la problemática:
Plager: “Y agradezco que no les digan más ‘gente en situación de calle’, es un eufemismo que romantiza una situación de absoluta indignidad que es muy triste y penosa, que es la gente que está deambulando y durmiendo en la calle.“
Un usuario de X sintetizó el repudio con una crítica contundente: “El candidato Ramiro Marra a legislador porteño por la UCeDé y la periodista Debora Plager quieren hacer creer que el problema de la gente en situación de calle es semántico y hay que echarlos a la provincia. Llamar ‘fisura’ y echar no soluciona nada. Profundizan pobreza, Jorge Macri quiere ‘lavar veredas’.“
El uso de este tipo de lenguaje deshumanizante es peligroso porque refuerza estereotipos negativos sobre las personas en situación de calle, y también allana el camino para agresiones físicas, como las que ya se vieron en distintos puntos del país, donde individuos atacan a indigentes, los golpean o incluso prenden fuego sus pertenencias, únicamente por diversión.
El problema de la falta de vivienda en Buenos Aires no es nuevo, pero las posturas de ciertos sectores políticos y de comunicadores parecen estar desviando el foco de la discusión.
En lugar de abordar las causas profundas de la crisis habitacional, como la falta de políticas públicas efectivas, la creciente precarización laboral y el aumento del costo de vida, se opta por una narrativa que estigmatiza y criminaliza a los más vulnerables.
“FISURA” SUENA GRACIOSO
La naturalización de términos como “fisura” en el discurso político no hace más que profundizar la brecha social y allanar el camino para políticas de exclusión y represión en lugar de soluciones reales.
Y el señalamiento a “la gente que viene del conurbano” como si fuera “la suma de todos los males porteños”, es un atajo para el facilismo demagógico en tiempos de derechización del electorado.