El gobierno de Javier Milei presentó una propuesta para saldar las deudas que la Nación mantiene con las provincias mediante la entrega de activos públicos. Bajo el nombre de Régimen de Reparación Federal, que fue anunciado este jueves en la Casa Rosada por el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, se ofrecerá a las provincias la opción de recibir empresas públicas, tierras fiscales y rutas nacionales en compensación.
La medida ahora entrará en una fase de negociación con aquellos gobernadores que deseen participar en el programa.
Durante la conferencia de prensa, Catalán señaló que el objetivo es “establecer un diálogo sincero y frontal con los gobernadores” e instó a utilizar la “maquinaria imaginativa” para resolver las “deudas mutuas” que existen entre la Nación y las jurisdicciones provinciales. Al explicar las posibles modalidades de compensación, Catalán puso como ejemplo la “transferencia de acciones de empresas, tierras administradas por la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) en distintas provincias que podrían ser de gran utilidad para su explotación, y rutas nacionales que las provincias podrían concesionar para mejorar su infraestructura”.
“No estamos cerrados a herramientas que puedan aportar las provincias”, señaló Catalán, quien además remarcó: “El objetivo nuestro es que este régimen sea una mesa de diálogo donde podamos escucharnos con las provincias y los acuerdos a los que lleguemos sean consensuados”.
Catalán también aclaró que el decreto, que se publicará mañana en el Boletín Oficial, establece un marco de participación “voluntaria”. Las provincias y la Ciudad de Buenos Aires tendrán 30 días para manifestar su interés en el régimen y, en caso de sumarse, dispondrán de un plazo máximo de 60 días para presentar la documentación que respalde la legitimidad de las deudas que desean incluir en este sistema de compensaciones.
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“La idea es hacer un borrón y cuenta nueva en la compensación entre las provincias y la Nación”, explicó Catalán, argumentando que “desde hace muchas décadas las cuentas fiscales y un centralismo creciente han llevado a que las relaciones financieras y económicas entre la Nación y las provincias no sean simétricas”.
El funcionario hizo un llamado a inaugurar “una nueva etapa federal en serio en la Argentina”, aludiendo a que, aunque la Constitución establece un régimen federal, “las gestiones previas han mantenido una práctica política unitaria”. Agregó: “Invitamos a todos los gobernadores a mirar hacia el futuro y trabajar juntos, con el firme objetivo de encontrar soluciones que le den un orden a las provincias y a la Nación”.
El decreto establece que las provincias y la Ciudad de Buenos Aires podrán incluir en el régimen las deudas que consideren oportunas, con el fin de unificarlas junto a las deudas del Estado nacional con cada distrito. Esto permitirá acordar compensaciones y operaciones diversas para cancelar los saldos pendientes.
Finalmente, el decreto prevé que los saldos de débitos o créditos recíprocos serán cancelados bajo los términos que se establezcan en cada acuerdo entre la Nación y las provincias participantes. En caso de que el saldo resultante sea favorable para el Estado nacional, las provincias o la Ciudad de Buenos Aires tendrán la opción de afectarlo con un porcentaje de los recursos que les correspondan por coparticipación.
