Los datos del proyecto de Ley de Presupuesto 2026 confirman que el crecimiento del empleo estatal en la Provincia de Buenos Aires se viene desacelerando al punto de prácticamente detenerse en los últimos años.
Según las sucesivas leyes de Presupuesto, el total de cargos pasó de 360.041 en 2023 a 364.871 en 2025 y a 364.825 proyectado para 2026. Es decir, una variación casi nula en el tramo final de la gestión, lejos de cualquier expansión acelerada.
El dato contrasta con el discurso opositor que acusa a Axel Kicillof de sostener “un Estado sobredimensionado”. Las cifras muestran lo contrario: el piso de crecimiento del empleo público provincial es hoy el más bajo en más de una década, incluso con indicadores de demanda social —educación, salud, seguridad— que crecieron por encima de la población.
En paralelo, la comparación nacional también aporta contexto político. De acuerdo con la publicación reciente de Argendata, elaborada en base al Censo 2022, Buenos Aires —la provincia más poblada del país— tiene solo 46,7 empleados públicos cada mil habitantes, muy por debajo de los niveles de provincias patagónicas y del NOA, donde los valores superan los 100 cada mil.
Qué explica la meseta de los últimos años
La evolución por rubros permite ver que, tanto en cargos permanentes como temporarios, la tendencia es similar: picos entre 2021 y 2023 y luego una estabilización que se mantiene en el proyecto 2026. La administración central, BAPRO, IOMA y Loterías, incluso muestran pequeñas bajas o movimientos marginales, sin saltos significativos.
Los datos del Proyecto remitido a la Legislatura muestran también un aumento marcado de las horas cátedra provisionales. Mientras las horas titulares vienen descendiendo desde 2013, las provisionales crecieron de forma sostenida —con saltos fuertes entre 2021 y 2023—, lo que implica que el sistema absorbió demanda con más horas y mayor flexibilidad contractual, sin trasladarlo al empleo permanente.

