La escena fue repetida hasta el hartazgo por todos los canales pero en la señal de noticias TN lo hacían en “loop” y remarcaban el supuesto “objeto contundente”: algo que volaba hacia la camioneta blanca en la que iba Javier Milei, su hermana Karina y el diputado José Luis Espert.
La transmisión, en repetido durante horas y en cámara lenta, se acompañaba con círculos marcando el instante del “impacto” y con un relato dramático que sugería un ataque grave.
La verdura voladora
Sin embargo, la aparición de un nuevo video desde otro ángulo desmoronó esa narrativa: lo que parecía ser una piedra era, en realidad, un ramo de “Brassica oleracea var. italica“, comúnmente conocido como brócoli.
La verificación no deja lugar a dudas. La forma ramificada, el tallo verdoso y las flores compactas se distinguen claramente en la imagen desacelerada. Lo que por horas fue presentado como un proyectil contundente terminó siendo una verdura que, en circunstancias normales, habría estado destinada a un plato de ensalada.
Dos hipótesis posibles
La revelación abre dos escenarios. El primero es prosaico y casi humorístico: un comensal de algún restaurante cercano, molesto por el despliegue presidencial en el centro de Lomas de Zamora, habría lanzado lo que tenía a mano, en este caso parte de su comida.
El segundo, mucho más inquietante, apunta a una posible puesta en escena del gobierno. Según esta versión, el hecho habría buscado desplazar de la agenda el escándalo por presuntas coimas y retornos en la Agencia Nacional de Discapacidad, involucrando a Karina Milei, Eduardo y Martín Menem, mencionados en los audios del ex funcionario Diego Spagnuolo.
La insistencia de TN en mostrar el fragmento editado, omitiendo el detalle de que se trataba de un brócoli, alimenta la sospecha de una operación mediática de “atentado de falsa bandera“. Así el presidente pasaría de victimario por las denuncias de corrupción, a víctima de un supuesto ataque violento.
Un relato conveniente
El uso del incidente para acusar a sectores kirchneristas tampoco parece tener asidero. No se aportaron pruebas que vinculen a los manifestantes con esa filiación política y, en rigor, el único elemento arrojado con claridad hacia la camioneta presidencial fue el mencionado vegetal.
La narrativa de “la violencia K” resultó útil para Espert en sus declaraciones televisivas, pero pierde peso ante la evidencia del video.
Así, lo que comenzó como un evento de campaña destinado a mostrar apoyo popular terminó convertido en un episodio caótico, salpicado de corridas, acusaciones cruzadas y, finalmente, un objeto vegetal que desbarata la versión oficial.