El gobierno de Javier Milei modificó su posición internacional y se abstuvo de respaldar una resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas que exigía a Rusia retirar “de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares” del territorio ucraniano. Esta postura marca un cambio drástico respecto al apoyo expreso que el mandatario argentino había manifestado hacia Ucrania en distintas oportunidades desde su asunción.
Pese a la relación que Milei construyó con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el gobierno optó por abstenerse en una votación clave en la ONU, alineándose con la postura de los BRICS (Brasil, India, China y Sudáfrica), grupo que el libertario había rechazado integrar. El giro diplomático se produce luego de que el expresidente estadounidense Donald Trump calificara a Zelenski de “dictador” y fortaleciera su vínculo con el mandatario ruso, Vladimir Putin.
Milei, a las órdenes de Trump
La resolución, promovida por países europeos, obtuvo 93 votos a favor, 18 en contra y 65 abstenciones. Entre los que rechazaron la medida se encuentran Estados Unidos, Israel, Nicaragua, Colombia y Rusia. La postura argentina resulta llamativa, ya que Milei había expresado en reiteradas ocasiones su apoyo incondicional a Ucrania. En junio de 2024, durante la Cumbre por la Paz en Suiza, declaró que “como defensores de la idea de la libertad, repudiamos cualquier forma de violencia”, en clara referencia a la invasión rusa.
El cambio de postura también contrasta con gestos políticos recientes. En diciembre de 2024, Zelenski y Milei mantuvieron una conversación telefónica en la que el ucraniano agradeció el apoyo argentino y lo invitó a visitar su país. Luego, en enero de 2025, Milei se reunió con Zelenski en el Foro Económico de Davos y ratificó su respaldo a la nación europea en el conflicto con Rusia. Sin embargo, en esta oportunidad, el mandatario argentino evitó pronunciarse en favor de la resolución impulsada por Estados Unidos bajo la administración de Joe Biden.
El Palacio San Martín no brindó explicaciones sobre la abstención de Argentina, decisión que estuvo a cargo del embajador en la ONU, Francisco Tropepi. La situación también evidencia la creciente influencia de Trump en la política exterior argentina. El republicano no solo menospreció la participación de Zelenski en negociaciones de paz, sino que también lo acusó de haber manipulado a Estados Unidos para financiar una guerra “que no se podía ganar”. Con Milei alineado con Trump, el giro diplomático argentino parece responder a la estrategia de acercamiento a la nueva agenda republicana en Estados Unidos, en detrimento de la relación con Ucrania.
Este cambio de postura deja en evidencia las contradicciones en la política exterior de Milei, quien pasó de un firme respaldo a Ucrania a una posición ambigua que lo aleja del compromiso asumido en los últimos meses. En un escenario internacional en constante transformación, la decisión de Argentina reconfigura sus alianzas y proyecta incertidumbre sobre su rol en futuros conflictos globales.