La audiencia de mediación propuesta por el ministerio de Trabajo de Nación no prosperó y se agrava el conflicto entre el sindicato de peajes SUTPA y las autoridades de AUBASA, empresa estatal a cargo de la concesión de la Autopista Buenos Aires-La Plata y el corredor vial del Atlántico (SVIA).
Fuentes sindicales consultadas por INFOCIELO, explicaron que no hubo avances en las discusiones llevadas a cabo este martes. “Nos piden racionalidad con la conciliación pero si acatamos la medida es avalar la continuidad de una persona que está yendo contra todos los derechos por los que hemos trabajado estos 16 años” explicaron, en referencia al principal reclamo gremial: la salida de Ricardo Lissalde como presidente de AUBASA.
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La imposibilidad de destrabar el conflicto genera un grave problema a la gestión de Axel Kicillof, con pérdidas millonarias día a día ante la decisión del sindicato referenciado en Facundo Moyano de levantar las barreras de los peajes.
El conflicto podía tomar una escalada mayor y complicar el funcionamiento de los peajes en todo el país. Desde SUTPA ratificaron la continuidad de la medida de fuerza y adelantaron que se extenderá el reclamo a nivel nacional con asambleas en cada uno de los lugares donde prestan servicios.
En tanto, fuentes del ministerio de Trabajo informaron a INFOCIELO que las negociaciones pasaron a un cuarto intermedio hasta el día 26 de septiembre.
Reconversión y denuncias de maltrato en AUBASA
En declaraciones a FM La Cielo, Florencia Cañabate, secretaria general de SUTPA, sostuvo que hoy el “reclamo principal es que Ricardo Lissalde se aparte de la presidencia de AUBASA”.
El problema que los trabajadores mantienen con la administración dista de ser una cuestión salarial ya que “hemos podido firmar paritaria con toda la actividad” señaló Cañabate y remarcó que el problema está relacionado a la “implementación de la tecnología de forma unilateral por parte de la empresa que no tiene en cuenta a los trabajadores”.
Lo que pide la organización sindical es “un plan serio de reconversión para tener en cuenta a los trabajadores, hay que recalificar al trabajador y tiene que quedar dentro de la empresa, como lo estamos haciendo en otros accesos” sostuvo.
A la falta de un plan de reconversión se le suman las denuncias de maltrato y acoso ejercido por Ricardo Lissalde. Cañabate: “Hay videos y audios en los que se escucha a esa persona ninguneando a los trabajadores” de una manera que “da vergüenza que sea un funcionario público que esté presidiendo una empresa”.
En ese plano recordó que en junio del año pasado cuando asumió mantuvieron un encuentro “porque queríamos llegar a un consenso y tener un buen trato, como en todas las empresas, y en la primera reunión nos dijo ‘para qué quieren la ropa si ustedes no trabajan'”.
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