El 71,5% de los argentinos y argentinas rechaza la posibilidad de que el Gobierno de Javier Milei habilite una base militar de Estados Unidos en Tierra del Fuego a cambio de un acuerdo económico. Así lo señala una encuesta de la consultora Zubán Córdoba, realizada entre el 29 y el 30 de septiembre, que vuelve a poner en el centro de la escena el debate abierto tras la firma del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 697/2025, publicado en el Boletín Oficial.
Ese decreto autorizó el ingreso de tropas extranjeras al país para realizar ejercicios militares conjuntos con la Armada Argentina. La medida habilita la llegada de un contingente de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que participará del operativo “Tridente” entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en Mar del Plata, Bahía Blanca y Ushuaia. Pese a que la Constitución Nacional establece que la aprobación de estas acciones corresponde al Congreso, el Ejecutivo decidió avanzar vía decreto luego de no obtener respuesta a un proyecto enviado previamente al Parlamento.
El operativo tiene puntos neurálgicos en la Base Naval de Mar del Plata y la Base Naval de Puerto Belgrano, en Bahía Blanca, donde se desplegarán maniobras conjuntas entre personal argentino y estadounidense. Según lo dispuesto, el contingente norteamericano estará integrado por un máximo de 30 efectivos de Guerra Especial Naval (NSW), fuerza de elite que incluye a los Navy SEALs, mientras que por Argentina participarán comandos anfibios, buzos tácticos y unidades navales de apoyo. El costo del despliegue, estimado en 60 millones de pesos, será cubierto por la Armada Argentina.
En ese marco, el estudio de Zubán Córdoba muestra que solo el 21% de los encuestados se manifestó de acuerdo con la instalación de una base extranjera en Tierra del Fuego, mientras que un 7,5% respondió no saber. La consultora dirigida por Gustavo Córdoba remarca que el rechazo es mayoritario en todos los segmentos políticos, evidenciando una desconfianza histórica hacia la presencia militar norteamericana en el país y en la región.
La resistencia no es nueva: cada vez que se planteó la posibilidad de un enclave extranjero, surgieron cuestionamientos ligados a la defensa de la soberanía y a la memoria de intervenciones estadounidenses en América Latina. En este caso, el debate se intensifica porque Tierra del Fuego es un enclave estratégico por su cercanía con el Atlántico Sur y las Islas Malvinas, lo que suma sensibilidad geopolítica.
Rechazo social y memoria histórica
Los números de la encuesta ponen presión sobre el Gobierno, que ya enfrenta cuestionamientos en el Congreso. La Bicameral Permanente deberá decidir si convalida o no el DNU, en un escenario en el que el rechazo ciudadano aparece como un dato difícil de ignorar. Mientras tanto, Milei apuesta a sostener el operativo “Tridente” y la cooperación militar con Estados Unidos, en paralelo a las negociaciones con Washington por un salvataje financiero.
Lo cierto es que, más allá de la continuidad del ejercicio militar programado, el dato de que más de siete de cada diez argentinos se oponen a la instalación de una base extranjera en el sur del país marca un límite político y social. El Gobierno enfrenta así no solo un debate institucional, sino también el riesgo de avanzar en una agenda que choca de lleno con un consenso histórico de la sociedad argentina: la defensa de la soberanía frente a la intromisión militar extranjera.