La renuncia de Jorge Taiana a su banca de Senador nacional para integrarse al gabinete de Alberto Fernández como nuevo ministro de Defensa, provocó una reacción en cadena cuyo último eslabón no termina de estallar. Taiana, que reemplazó a Cristina, que asumió la Vicepresidencia de la Nación, fue reemplazado por Juliana Di Tullio, quien, a su vez, dejó su silla en el directorio del Banco Provincia.
Ahora, el BAPRO no tiene quorum para sesionar y Axel Kicillof se ve forzado a negociar con la oposición en el Senado bonaerense para incorporar al menos un director o directora. Juntos por el Cambio, que espera desde hace 18 meses la oportunidad de discutir esos cargos, no dejará pasar la ocasión.
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“Estamos a la espera de que el gobernador Kicillof mande los nombres de cuáles son sus candidatos y después veremos cómo y cuándo lo trata el Senado”, señaló a INFOCIELO un hombre de peso en las filas amarillas, que responde a Rodríguez Larreta y Diego Santilli.
El directorio del Banco Provincia debería componerse de 9 miembros, incluyendo a su presidente, Juan Cuattromo, quien tiene dos años de mandato por delante, y ocho vocales. Los tres miembros de directorio con mandato son Sebastián Galmarini, Diego Rodrigo y Andrés Vivaldo, con lo cual las vacantes a llenar son cinco.
“Estamos a la expectativa ahora, queremos ver qué es lo que va a pasar porque la verdad es que nunca sucedieron este tipo de atrasos, no es lo normal”, subrayó el dirigente cambiemita, próximo a dejar su silla en la Cámara alta.
Va de suyo que, si Axel Kicillof quiere sumar un vocal para que el Directorio pueda sesionar, deberá buscar un acuerdo con Juntos por el Cambio, que tiene mayoría en el Senado, por donde obligatoriamente deben pasar los pliegos y acuerdos. No saldrá indemne de esa operación: es tradición política bonaerense que la oposición se quede con alguna de esas sillas.
Durante el gobierno de María Eugenia Vidal, esa tradición se plasmó en un acuerdo beneficioso para el peronismo, que obtuvo cuatro vocalías. Casi todos los actores involucrados descartan que Axel Kicillof vaya a ser tan generoso y estiman que fijará en tres los cargos a negociar. “Con eso debería bastar”, estiman en el oficialismo.
“En estos dos años hubo algunas charlas que no se realizaron en el Senado y evidentemente no pudieron llegar a un acuerdo. Esperamos que el Gobernador o quien el decida inicie las conversaciones y nos comente cómo ven las cosas”, analizaron con cautela desde el bloque opositor.
Lo interesante es que el Gobierno bonaerense aspira a sumar bancas en el Senado en estas elecciones. Pero para que se complete la renovación de bancas faltan todavía cuatro meses y el Banco Provincia no puede estar paralizado tanto tiempo. La buena noticia para Axel Kicillof y los suyos es que en Juntos por el Cambio hay una grieta y por ende más interlocutores con los que negociar.
En ese sentido, desde el sector opositor lo tienen en cuenta y usarán esas disputas internas para alcanzar los asientos esperados, sobre todo para aquellos que no pueden renovar una banca por la ley que limita las reelecciones a dos periodos.
“No tenemos un pedido en particular porque hoy no son los mismos actores, ni las mismas pretensiones”, dispararon.
Como se planteó, estas elecciones son clave para el Frente de Todos en cuanto a la conquista del Senado, pero también lo son para la oposición, que pone en juego 16 de sus 26 bancas, lo que es sin dudas un riesgo pese a la confianza en que se disputan secciones que son más reticentes al peronismo.
La disputa también estará centrada más que con el oficialismo, entre el PRO y la UCR, que hoy están inmersos en una contienda electoral fuerte y feroz, donde unos buscan seguir ostentando el poder de la coalición y los otros van por la conquista de ese liderazgo. El juego de las sillas en el Banco Provincia puede ser una oportunidad para mostrar hasta donde llegan esas fuerzas.
Un Directorio sin paridad
Ahora, con la salida de Juliana Di Tullio, el Directorio queda ocupado por representantes varones y ni una sola mujer. En el reparto de las sillas que están en juego, quizás pueda ser la oportunidad de igualar o mejorar esa paridad que en el mundo de la política y de las finanzas es una carrera de obstáculos.
En el marco de una entrevista por su rol como directora, la ahora senadora nacional mencionó que “el sistema financiero es el lugar por excelencia donde hay que dar la discusión y la pelea contra el patriarcado”, pero si las sillas quedan en manos de varones en su totalidad, ese combate vaya a ser casi nulo.
Di Tullio fue la tercera mujer en la dirección en los dos siglos de vida del Banco Provincia. El botón de la muestra de la falta de paridad en la conformación de las mesas chicas, donde se debaten los temas más importantes para el desarrollo económico bonaerense.
“Debemos prestarle mucha más atención al sistema financiero, que es absolutamente violento con las mujeres en todo sentido”, fueron las palabras de la exdirectora, quien creó a su llegada un protocolo de atención de víctimas de violencia o acoso laboral, una gerencia de Mujeres, Géneros y Diversidad sexual y una Comisión de Mujeres, Género y Diversidad.
¿Qué va a pasar en esta disputa? ¿Permitirá esta pulseada entre oficialismo y oposición que sean mujeres las que ocupen las vacantes o seguirá siendo un reducto de varones con poder?
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