El presidente Alberto Fernández encabezó un acto de entrega de viviendas en Santiago del Estero y realizó un balance de sus primeros 1.000 días de gestión, en el cual reconoció que “fueron traumáticos”, a raíz del contexto internacional y de la pandemia que le tocó administrar.
“Son momentos donde uno puede llamarse un instante a la reflexión y ver cómo fue, qué pasó, qué hicimos bien y en qué nos equivocamos”, aseguró el mandatario nacional, quien además valoró el crecimiento de la economía durante su mandato.
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“Llevamos 6 meses creciendo a un ritmo del 6% y recuperamos 1.200.000 puestos de trabajo. ¿Está todo terminado? No. Debemos darle pelea a la inflación para que los salarios de los que trabajan alcancen”, afirmó Alberto Fernández.
No obstante, señaló que “todos los que gobernamos en este tiempo no teníamos derechos a ser débiles de carácter, porque teníamos que tener fuerza para enfrentarnos a los acreedores y al FMI siendo un país quebrado, para enfrentar la pandemia cuando habían terminado con el ministerio de salud, habían dejado vacío los hospitales y abandonado al personal sanitario”.
“Habían abandonado la educación, había que tener coraje cuando empezó la guerra para reclamar que los misiles que vuelan por el norte del mundo no se conviertan en hambre para el sur, había que tener coraje para ir a la Cumbre de las Américas y decir en Los Ángeles lo que padece América Latina”, insistió el Presidente.
El recuerdo de la gestión de Mauricio Macri: “Cuatro años perdidos”
Alberto Fernández se mostró duro nuevamente respecto a su antecesor, y calificó los cuatro años de Mauricio Macri como “perdidos y desperdiciados”, además de cuestionar sus políticas unitarias que privilegiaron a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
También volvió a culpar al ex presidente de la deuda que adquirió el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de 44.000 millones de dólares, cuyos vencimientos fueron revisados y reperfilados a partir de un nuevo acuerdo durante su gestión.
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