La Agremiación Médica Platense (AMP) encendió las alarmas por una situación que califican de “crítica y dolorosa”: el creciente número de muertes prematuras entre profesionales de la salud en la ciudad. En un comunicado titulado “Médicos que se apagan en silencio: el costo humano de un sistema en crisis”, la entidad advirtió que cada pérdida refleja “el límite extremo de un modelo que somete a los médicos a la sobrecarga, la desmotivación y el desgaste físico y emocional”.
Según la AMP, la raíz del problema está en un esquema de trabajo cada vez más precarizado. Los honorarios no alcanzan a cubrir los costos básicos de la profesión —como aportes, seguros, alquiler de consultorios o insumos— y las actualizaciones de las obras sociales, especialmente del IOMA, quedaron muy por debajo de la inflación. “La consecuencia es clara: trabajar más horas, sumar guardias y atender más pacientes, todo a costa de la salud de los propios médicos”, alertan.
Un relevamiento realizado sobre más de 700 profesionales platenses mostró que el 26,4% padece síndrome de burnout, con mayor incidencia entre quienes tienen más de un empleo. El 90% trabaja en más de un lugar y el 65% en tres o más. Además, más del 60% presenta trastornos de sueño o ánimo, lo que afecta no solo su vida personal sino también la relación médico-paciente.
La entidad también recordó que durante la pandemia los médicos “pusieron el cuerpo y el alma” sin la protección ni el reconocimiento adecuado. Hoy, aseguran, el sistema sigue igual o peor: “La ciudad de La Plata es un polo sanitario que recibe pacientes de toda la provincia, sobre todo del IOMA, lo que agrava la sobrecarga laboral sobre un recurso humano cada vez más escaso y mal remunerado”.
Pese a que las advertencias fueron elevadas a las autoridades provinciales, la AMP denuncia haber recibido “silencio y desidia”. Frente a eso, impulsan talleres, jornadas y un programa de asistencia y protección para médicos.
“El sistema actual no solo pone en jaque a los pacientes, también erosiona a quienes lo sostienen. Si no cuidamos a quienes nos cuidan, estaremos condenando la salud de las futuras generaciones”, cierra el comunicado.