Una fiscal pidió hoy que dos policías sean condenados a perpetua por el “homicidio agravado por abuso de sus funciones” del músico Diego Cagliero, quien en mayo de 2019 fue asesinado de un balazo durante una persecución en la localidad bonaerense de Martín Coronado, partido de Tres de Febrero, informaron fuentes judiciales.
El pedido fue formulado por la fiscal María Fernanda Billone ante el jurado popular y el juez Marcelo José Machado, presidente del Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de San Martín, que dirige el debate.
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Fuentes judiciales informaron a ue la representante del Ministerio Público consideró a los policías Rodrigo César Exequiel Canstatt (26) y Sergio Darío Montenegro (34) coautores del “homicidio agravado por abuso de sus funciones”, que prevé la pena de prisión perpetua.
En el caso de que la totalidad de los jurados no voten por ese delito, la fiscalía, el abogado del particular damnificado, Fernando Sicilia, y los representantes del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), requirieron que sea encuadrado como un “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
“En nuestro alegato, dimos por probado que todos los disparos fueron de la policía, no hubo ninguno desde adentro de la camioneta. Las armas que se encontraron en la camioneta fueron plantadas, los jóvenes no tenían armas”, tuiteó el CELS en su cuenta.
Y añadió: “Los dermotest positivos en tres de los jóvenes fueron por contaminación adrede o accidental. La bala que mató a Diego Cagliero partió del arma de Canstatt. La bala que hirió de gravedad a Mauro Tedesco partió del arma de Montenegro”.
En tanto, las defensas consideraron que fue un caso de “legítima defensa” y, subsidiariamente, solicitaron que los jurados se decidan por un “exceso en legítima defensa” o un “homicidio culposo”.
Por último, también plantearon que sea encuadrado como un “error de prohibición invencible”, es decir que ambos sabían lo que hacían pero creyeron erróneamente que estaría permitido, por lo que quedarían excluidos de culpabilidad.
Tras las exposiciones, el juez Machado les dio las instrucciones a los doce jurados que esta tarde pasaron a deliberar.
EL CRIMEN
El crimen de Cagliero (30) fue cometido el 19 de mayo de 2019 cuando un grupo de ocho jóvenes llegó en una camioneta con el logo de la empresa AYSA al supermercado “Día” ubicado en Perón al 7300, de Martín Coronado, partido de Tres de Febrero.
Seis de esos muchachos agarraron hamburguesas y bebidas alcohólicas y se quisieron ir sin pagar del local, lo que generó en la vereda una discusión con el personal de seguridad del comercio, por lo que descartaron parte de la mercadería, pero se llevaron el alcohol.
De acuerdo con el relato de un vigilador, uno de los jóvenes le dijo “ojo que te pego un tiro”, pero en ningún momento nadie de los imputados exhibió un arma de fuego.
Desde el supermercado dieron aviso al 911 y así se montó un operativo cerrojo y una persecución que culminó cuando varios patrulleros de la comisaría 5ta. de Eufrasio Álvarez y del Comando de Patrullas local interceptaron la camioneta a unas 17 cuadras, en la esquina de Campo de Mayo y avenida Márquez.
Los policías aseguraron que escucharon tiros y los repelieron con disparos, uno de los cuales le dio en el pecho a Cagliero.
Sin embargo, en el juicio los peritos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) no hallaron pruebas de que hubo disparos hacia los efectivos desde el interior del vehículo en la que viajaba la víctima.
El perito oficial, Mauro Gómez Foresta, explicó que las marcas características impresas en el plomo que mató a Diego “pertenecen a una de las pistolas peritadas”, y el juez Machado leyó que el 19 de mayo de 2019 pertenecía “al oficial Rodrigo Canstatt”, informó el CELS en un comunicado.
La testigo Balbina de Jesús Cristaldo, alférez de la GNA, licenciada en criminalística en la División Balística del Laboratorio de Criminalística de esa fuerza, confirmó lo dicho por su colega y determinó que el oficial Montenegro hirió a Tedesco con un disparo en la zona púbica.
Gómez Foresta, perito oficial en el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, especialista en balística, analizó también las armas “plantadas” por la policía y confirmó que el revólver calibre .32 tenía sus cartuchos intactos y que el arma réplica de aire comprimido, por su funcionamiento, no puede dejar residuos de disparo bajo ninguna circunstancia.
También confirmó que toda la evidencia balística analizada corresponde al calibre 9 milímetros, compatible con las armas policiales.
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